SE COMPLICA

Trump también presionó a Australia para obtener beneficios políticos y afectar a la oposición

El primer ministro australiano confirmó que el mandatario estadounidense le pidió ayuda para desacreditar la llamada trama rusa.

Foto: Flickr / The White House
Foto: Flickr / The White House

El escenario se complica para Donald Trump, asediado por un juicio político por haber presionado al presidente ucraniano para que investigara al precandidato presidencial demócrata Joe Biden.

En las últimas horas ha trascendido que Trump se habría comunicado por teléfono con el primer ministro de Australia, Scott Morrisson, para pedirle que lo ayudara a desacreditar la investigación en su contra por la llamada trama rusa, que había llevado adelante el fiscal especial Robert Mueller.

Según publica el New York Times, que citó a dos fuentes cercanas, el mandatario estadounidense inició conversaciones con su par australiano para que ayudara en ese propósito al fiscal general estadounidense, William Barr.

El NYT además asegura que el acceso a la transcripción de esta llamada telefónica fue restringido a un pequeño grupo selecto de fiscales, al igual que se hizo con la polémica con Ucrania.

La llamada con el presidente ucraniano Volodímir Zelensky le dio por fin luz verde a los demócratas para lograr iniciar el impeachment (juicio político) que podría derribar a Trump de su silla presidencial.

Trump y un modus operandi

Según el NYTimes, este nuevo episodio mostraría hasta qué punto el fiscal general Barr ha sido un aliado clave de Trump y no una figura independiente. Ambos habrían coludido para «develar» el supuesto origen corrupto y partidista de la investigación rusa.

La conversación con Morrison habría sido pedida directamente por el fiscal Barr; Trump habría pedido explícitamente la ayuda de Australia en la revisión que el Departamento de Justicia realiza de la investigación de la trama rusa. Trump ha convertido en una consigna de campaña (para la reelección) la frase «investigar a los investigadores» para desacreditar las acusaciones en su contra.

La investigación oficial de la trama rusa concluyó en abril pasado que hubo injerencia por parte de personas o entidades rusas en las elecciones que dieron victoria a Trump, pero Mueller dijo que no halló pruebas de que hubiese conspiración por parte del mandatario y su equipo. Tampoco encontró que el presidente haya obstruído a la Justicia durante el proceso.

Aunque el informe de Mueller no menciona expresamente a Australia, dicho país desempeñó un papel central en los orígenes de la investigación del FBI sobre la trama rusa. El australiano es el “Gobierno extranjero” que, según el informe, dio pie al FBI a “abrir una investigación sobre si individuos asociados con la campaña de Trump estaban coordinándose con el gobierno ruso en sus actividades de injerencia”.

 

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