Bolsonaro hace apología de la dictadura y acomoda la comisión investigadora de la verdad

El presidente brasileño Jair Bolsonaro modificó el jueves la comisión que investiga las desapariciones forzadas y los homicidios cometidos por la última dictadura militar brasileña. El mandatario reemplazó a cuatro de los siete miembros del organismo incluyendo a su presidenta, Eugenia Agustina Gonzaga.

Bolsonaro ha sido criticado duramente esta semana, incluso por sus aliados, después de cuestionar la muerte de Fernando Santa Cruz, un activista de izquierda que fue asesinado durante la dictadura militar brasileña (1964-1985).

El 24 de julio, la comisión publicó un obituario oficial de Santa Cruz estipulando que la muerte sucedió en 1974 y fue «violento y provocado por el Estado brasileño en un contexto de persecución sistemática y generalizada» contra activistas políticos opositores.

Unos días después el presidente dijo que Santa Cruz fue «asesinado por un grupo terrorista» llamado Ação Popular. Al ser cuestionado por los periodistas, declaró que si el presidente del Colegio de Abogados de Brasil (hijo de Santa Cruz) quiere saber cómo murió su padre, «yo le diré».

Nostálgico y apologético de la dictadura

El ex capitán del ejército y ultraderechista devenido en presidente ha elogiado frecuentemente al régimen militar y ha relativizado y minimizado los abusos cometidos durante ese periodo por el Estado.

En 2016 se burló de Dilma Rousseff durante la votación que la destituyó de la presidencia de la República. «En memoria del coronel Carlos Alberto Brilhante Ustra, el terror de Dilma Rousseff», dijo Bolsonaro quien entonces era legislador. Fue quien la torturó y la mantuvo secuestrada.

Al ser elegido presidente, nombró a varios militares en su gabinente junto con otro tanto de personajes venidos de las alas ultraconservadoras evangélicas.

En otra ocasión pidió que se conmemorara el aniversario del golpe militar de 1964, lo cual fue condenado por varios fiscales como una «apología a la práctica de atrocidades».

En el año 2014, la comisión de la verdad, ahora toqueteada por Bolsonaro, concluyó que al menos 434 personas fueron asesinadas o desaparecidas por el régimen pero se calcula que entre 30.000 y 50.000 personas fueron arrestadas ilegalmente y torturadas, datos que el mandatario asegura son «infundados».