Exjefe de campaña de Trump enviado a prisión domiciliaria por «conspiración contra EE.UU.»

Este lunes Paul Manafort, el ex jefe de campaña del presidente estadounidense Donald Trump, fue imputado por conspiración contra Estados Unidos y lavado de dinero, y se le impuso prisión domiciliaria, dentro de las investigaciones de la presunta colusión con Rusia en los comicios de 2016 conocida como «Rusiagate».

También se conoció que fue inculpado anteriormente un ex asesor del presidente, George Papadopoulos, quien se declaró culpable por haber ocultado información a los investigadores del FBI sobre los lazos de la campaña con Moscú.

Papadopoulos había intentado programar reuniones entre representantes de Trump con oficiales del gobierno ruso. Además, tenía comunicación con un profesor ruso que le informó que el Kremlin contaba con información dañina contra Hillary Clinton, entre otras interacciones. Aunque fue un asesor de bajo nivel en la campaña, algunos creen que el equipo de Mueller sabe que él tiene información que podría servir para perseguir a integrantes de mayor nivel de la campaña.

Manafort y su socio Rick Gates fueron inculpados por 12 delitos cometidos durante campaña presidencial que llevó a Trump al poder, pero ambos se declararon inocentes de todos esos cargos al comparecer ante la jueza Deborah A. Robinson de la Corte del Distrito de Columbia.

Ante la posibilidad de que Manafort y Gates se fugaran debido a la gravedad de los cargos en su contra los abogados del gobierno pidieron a la magistrada que les ponga bajo régimen de arresto domiciliario.

A Manafor se le fijará una fianza de diez millones de dólares si infringe las condiciones de su reclusión. La magistrada le retiró el pasaporte y determinó que el acusado solo podrá salir de su vivienda para comparecer ante la corte, reunirse con su abogado y acudir a citas médicas o a actividades religiosas.

En el caso de Gates si infringe las condiciones de detención deberá depositar una fianza de cinco millones de dólares, y al igual que Manafort tuvo que entregar su pasaporte y prometer que no tramitará uno nuevo mientras dure el proceso judicial.

Los cargos por los que respondieron Manafort y Gates fueron aprobados por un gran jurado federal en Washington el pasado viernes y se hicieron públicos este lunes. Entre ellos figuran la “conspiración para lavar dinero”, así como realizar “declaraciones falsas y engañosas” y no presentar información financiera y de cuentas bancarias en el extranjero. Los cargos formulados en su contra no incluyen referencia a la campaña de Trump ni colusión con los rusos para fines de esa campaña.

Se trata de los primeros cargos presentados dentro de la investigación encabezada por el fiscal especial Robert Mueller sobre la supuesta injerencia rusa en las elecciones del año pasado en Estados Unidos y los posibles contactos entre Moscú y el equipo de campaña de Trump.

Gates y Manafort tendrán que volver a comparecer ante la Justicia el 2 de noviembre.

Desde la Casa Blanca afirman que las acusaciones no están vinculadas al presidente o a actividades de su campaña y asegura que no hubo colusión con oficiales rusos.