El presidente catalán le advirtió a Felipe VI que «así, no»

El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, brindó este miércoles una declaración institucional desde el salón Mare de Déu de Montserrat del Palau de la Generalitat e hizo referencia al discurso del rey Felipe VI.

«Me voy a dirigir al rey en una lengua que sé que él entiende y habla: ‘Así, no'», expresó contundente el presidente catlán y agregó: «con su decisión de ayer (por el martes), decepcionó a mucha gente en Cataluña que le aprecia y que esperaba de usted otro tono».

Para Puigdemont el rey perdió una oportunidad de dirigirse a todos los ciudadanos como debería hacer por el papel que le da la Constitución, que además «le otorga un papel moderador que en ningún caso ha tenido y que ayer (por el martes) declinó».

A su vez le reclamó el no haber tenido interés en saber la opinión y la visión del Govern en ningún momento del proceso soberanista y lo acusó de haber adoptado «un rol inadecuado que sólo busca allanar» las decisiones del Gobierno central.

El mandatario catalán también consideró que el rey se dirigió «a una parte de la población e ignoró deliberadamente a los millones de catalanes que no pensamos como ellos» y a los catalanes que «han sido víctimas de una violencia policial que ha helado el corazón a medio mundo» el pasado domingo.

Por su parte aseguró que el Govern seguirá la senda marcada hacia la independencia de Catalunya —la Declaración Unilateral de Independencia que podría aprobarse la semana que viene— si no hay una intermediación para abrir un diálogo con el Estado. «Seguimos un camino democráticamente marcado por la voluntad de los ciudadanos, y esto en lugar de ser combatido debería comenzar a ser comprendido y a ser respetado», afirmó.

▶️#President @KRLS: «El rei fa seu el discurs i les polítiques del govern Rajoy que han estat catastròfiques per Catalunya» pic.twitter.com/bL0FzpdYdV

— Govern. Generalitat (@govern) 4 de octubre de 2017

En ese sentido se mostró dispuesto a «emprender un proceso de mediación» sobre el proceso independentista tras el referéndum del 1-O y alabó el sentido democrático de los catalanes: «Paz, diálogo y acuerdo forman parte de la cultura de nuestro pueblo, pero nunca hemos una recibido una respuesta positiva del Estado y eso es una grave irresponsabilidad».

Al tiempo que pidió que este conflicto «se encarrile desde la política y no desde la policía».

Sobre el final de su discurso insistió en que el Gobierno tiene «la puerta abierta siempre al diálogo y respeto hacia el otro», aunque dio por hecho que «en los próximos días» las instituciones catalanas tendrán que «aplicar el resultado del referéndum» del 1 de octubre, suspendido por el Tribunal Constitucional.

«Fuera de la ley»

Por su parte la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, acusó al presidente catalán de actuar «fuera de la ley» y lamentó la valoración negativa que Puigdemont ha hecho del mensaje televisado de Felipe VI, frente a «los ciudadanos que vieron el mensaje como un bálsamo».

«Le pido a Puigdemont que respete a España, a Cataluña, y que trate a sus instituciones con respeto. Y que respete sobre todo a los catalanes, que no merecen ver y vivir lo que están viviendo», expresó.

A su vez acusó al líder catalán de «llevar a los catalanes a la mayor intranquilidad que han tenido en toda su historia» y aseguró que «cada nuevo mensaje del señor Puigdemont es un nuevo desasosiego y un viaje a ninguna parte».

«En vez de atender la llamada a la moderación, a la cordura, a la convivencia democrática que todos los españoles apreciamos ayer en el mensaje del Rey, Puigdemont insiste en una deriva que le aleja cada vez más de la rectificación que le está pidiendo todo el mundo», concluyó.

Desde el Gobierno emitieron un comunicado tras la declaración de Puidgemont en el que advierten que «no van a negociar ninguna ilegalidad» ni «aceptar ningún chantaje». En ese sentido le reclaman que «retire la amenaza de ruptura» y «empiece a hablar con todos los partidos políticos catalanes cuyos derechos ha pisoteado».

«La negociación en democracia solo tiene un camino, el camino de la Ley. Si el señor Puigdemont quiere hablar o negociar, o quiere enviar mediadores, sabe perfectamente lo que debe hacer antes: volver a la senda de la Ley, que nunca debió abandonar», afirma el texto.