Pyongyang: «El Consejo de Seguridad de la ONU se ha convertido en un instrumento del mal de EE.UU.»

La tensión en torno a la península coreana está lejos de disminuir.

Por un lado el presidente de EE.UU., Donald Trump, reconoció que duda de que las nuevas sanciones aprobadas en el Consejo de Seguridad de la ONU contra Corea del Norte tengan «algún impacto», pero valoró el hecho de que la resolución, redactada por Washington, haya sido aprobada por unanimidad.

«Creemos que solo es un paso muy pequeño, no un gran asunto (…) No sé si tiene algún impacto, pero ciertamente fue bueno tener 15 votos a favor», dijo Trump en referencia a la respuesta del organismo internacional al último ensayo nuclear de Norcorea celebrado el pasado 3 de setiembre.

El magnate republicano advirtió que «dichas sanciones no son nada en comparación con lo que finalmente tendrá que suceder», aunque no aclaró a qué se refería.

Desde la Casa Blanca afirmaron que EE.UU. no descarta una opción militar para detener el programa nuclear norcoreano. «El presidente está comprometido a dar todos los pasos y mantener todas las opciones sobre la mesa para tener una península coreana desnuclearizada», señalaron sus portavoces.

El Consejo de Seguridad de la ONU es un «instrumento del mal» de EE.UU.

Corea del Norte se pronunció tras las nuevas sanciones aprobadas por el organismo internacional. A través de la agencia de noticias norcoreana KCNA Pyongyang advirtió que usará las armas nucleares para «hundir» a Japón y reducir EE.UU. a «cenizas», por haber impulsado las nuevas sanciones.

«Hay un límite para la paciencia (pero) EE.UU. ha cometido otro terrorismo de Estado al preparar una nueva ‘resolución de sanciones’, pisoteado sin piedad nuestra soberanía y derecho a la existencia, por lo que deben ser castigados. Reduciremos el territorio estadounidense a cenizas y oscuridad», señala un comunicado del Comité para la Paz en Asia y el Pacífico norcoreano difundido por la KCNA. «Descarguemos nuestro rencor con la movilización de todos los medios de represalia preparados hasta ahora», agrega.

El documento también carga contra Japón al afirmar que pese a «no haber ofrecido disculpas sinceras por los crímenes cometidos» contra el pueblo norcoreano «baila al ritmo de las sanciones» de EE.UU., en referencia a la ocupación japonesa de Corea perpetrada entre 1910 y 1945.

«Las cuatro islas del archipiélago deben ser hundidas en el mar por una bomba nuclear. Ya no es necesario que Japón exista cerca de nosotros», advierte el texto.

El Comité norcoreano también señala que el Consejo de Seguridad de la ONU debe ser disuelto «inmediatamente» debido a que se ha convertido en un «instrumento del mal» de EE.UU.

Pyongyang afirma que el organismo internacional está compuesto por países «sobornados» por Washington, que «no tiene en cuenta la paz y la seguridad global, sino que por el contrario, destruye sin piedad».

En ese sentido el comunicado señala que la última ronda de sanciones antinorcoreanas solo fortalece la decisión del país asiático para continuar con su programa nuclear con el fin de velar por su autodefensa y progreso económico.

Las autoridades norcoreanas justifican su escalada nuclear y militar por la necesidad de defenderse de lo que considera movimientos provocadores de Corea del Sur y Estados Unidos.

Por su parte, Japón rechazó las nuevas amenazas norcoreanas y las calificó de «extremadamente provocativas y atroces».

«Es algo que aumenta notablemente la tensión regional y es absolutamente inaceptable», señaló el portavoz Gobierno japonés, Yoshihide Suga.