El hijo de Trump protagoniza el nuevo capítulo del «Rusiagate»

El escándalo por el «Rusiagate» parece no tener fin en EE.UU, y sigue complicando a Donald Trump. Esta vez fue relacionado su hijo mayor, Donald Junior quien fue acusado por The New York Times de haberse reunido con una abogada rusa que le prometió aportar datos comprometedores sobre la candidata demócrata, Hillary Clinton, en plena campaña electoral de 2016.

Según la publicación dicha reunión se trataría de la primera confirmación pública de que miembros del equipo de campaña de Trump estaban “dispuestos a aceptar la ayuda de Rusia”.

Tump Jr por su parte confirmó la reunión con la abogada Natalia Veselnitskaya en la Torre Trump. “La mujer aseguró que tenía información sobre individuos vinculados con Rusia que estaban financiando al Comité Nacional Demócrata y apoyando a la señora Cilnton”, señaló a través de un comunicado y agregó que “sus declaraciones eran vagas, ambiguas y no tenían sentido. No ofreció detalles o información adicional. Rápidamente quedó claro que no tenía información relevante”.

Tras la polémica generada, Donald Junior decidió publicar una cadena de mail que hablaban sobre una reunión con dicha abogada «para ser totalmente transparente».

Here’s my statement and the full email chain pic.twitter.com/x050r5n5LQ

— Donald Trump Jr. (@DonaldJTrumpJr) 11 de julio de 2017

“Si es así, me encanta”, respondió Donald Jr al publicista Rob Goldstone en un correo enviado el 3 de junio del año pasado, en el cual le afirmaba que la abogada tenía documentos “que incriminarían a Hillary y a sus relaciones con Rusia, y sería muy útil para Trump”. Los correos también dejan ver que se trató de una decisión gubernamental y no de una aislada tomada por Goldstone, porque reconoce “que obviamente es información muy sensible y de alto nivel, pero es parte del apoyo del gobierno rusa por el señor Trump”.

La divulgación de las conversaciones, que ya habían sido adelantadas por la prensa estadounidense podrían resultar clave para la investigación del Rusiagate que encabezan el FBI, la NSA y la CIA en busca de determinar si el presidente ruso, Vladimir Putin, ordenó la interferencia de su equipo en los comicios, al dañar la imagen de Clinton y facilitar el triunfo de Trump.

El hijo del magnate republicano se defendió de las acusaciones y explicó “creí que la información que sugirieron tener sobre Clinton era una investigación de oposición política”.

Según la información que circuló, la reunión se celebró cinco meses antes de las elecciones y participaron además el yerno y asesor del republicano, Jared Kushner, y el entonces jefe de campaña del presidente, Paul Manfort. De todas maneras Trump Jr insiste en que su padre jamás fue informado del encuentro. “Obviamente, ahora soy la primera persona en campaña que celebra una reunión para recibir información de un oponente”, ironizó en Twitter Donald Jr.

Veselnitskaya, por su parte, se limitó a señalar que el objetivo central de la reunión era la ley Magnitsky (ley binacional firmada en 2012 por la administración de Barack Obama para aclarar el asesinato del abogado ruso Sergei Magnitsky), y que nunca aseguró tener información sobre la demócrata. «Todo lo que sabía era que Donald Trump Jr. quería conocerme», expresó a NBC. Sobre Clinton, agregó: «Es bastante posible que quizás estuvieran buscando información. La querían desesperadamente».

Tras el escándalo Trump Jr. admitió que en la actualidad habría hecho las cosas de otra forma. «Visto en perspectiva, probablemente habría hecho las cosas un poco diferente», dijo en entrevista con la cadena Fox e insistió además en que la conversación de inmediato viró al tema de la legislación sobre derechos humanos estadounidense, por la que se impusieron sanciones a funcionarios rusos y a la adopción de huérfanos rusos por parte de estadounidenses, que fue prohibida por Moscú en 2012.

El hijo del presidente se mostró dispuesto a cooperar con el Comité de Inteligencia del Senado, que investiga la posible interferencia de Rusia en las elecciones presidenciales que ganó su padre.

Luego de ver la entrevista de su hijo, Donald Trump escribió «Mi hijo Donald hizo un buen trabajo anoche. Él es abierto, transparente e inocente. Se trata de la mayor caza de Brujas en la historia política. ¡Triste!».

My son Donald did a good job last night. He was open, transparent and innocent. This is the greatest Witch Hunt in political history. Sad!

— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 12 de julio de 2017

«Buscan revertir el resultado de las elecciones» de EE.UU.

Del otro lado el canciller ruso Serguéi Lavrov consideró que todo el tema de la trama rusa y la supuesta injerencia en las elecciones estadounidenses solo tienen el objetivo de cambiar el resultado.

«No hemos oído ni un hecho, ni un solo hecho que refuerce al menos de alguna manera estas afirmaciones sin fundamento», expresó durante una rueda de prensa con su homólogo belga Didier Reynders.

Para el ministro ruso dada la falta de pruebas contundentes, habría que dirigir las preguntas sobre este tema «a los congresistas y a quienes intentan mantener este asunto vivo».

En ese sentido dijo que para el gobierno ruso la agitación actual del tema «está pensada para revertir el resultado de las elecciones ganadas por Donald Trump».

Por ahora el gobierno de Vladimir Putin ha negado siempre las acusaciones sobre su presunta injerencia en los comicios presidenciales estadounidenses, incluso durante su primer encuentro con Donald Trump en la cumbre del G20, el magante republicano dijo que «presionó» dos veces a su par ruso para que le dijera la verdad y este negó las acusaciones.

De todas maneras Putin recoerdó, durante una entrevista con el cineasta Oliver Stone que Washington ha intervenido «en campañas electorales de otros países de manera activa por todo el mundo», y que por ese motivo, no tendría que «ofenderse» si alguien «de alguna manera influyera, tratara de influir o participara en esos procesos».