Fiscalía de Brasil denuncia formalmente a Temer por corrupción

Michel Temer continúa complicándose luego de que a mediados de mayo se divulgara el audio de una conversación suya con el empresario cárnico Joesley Batista que lo compromete.

Este lunes el mandatario se convirtió en el primer presidente de Brasil en ser acusado formalmente de corrupción, luego de que el procurador general, Rodrigo Janot lo denunciara por corrupción pasiva ante el Supremo Tribunal Federal (STF), la máxima instancia judicial del país.

Janot solicitó junto a la denuncia que Temer sea separado del cargo. Ahora solo es el Congreso quien puede ‘salvar’ a Temer ya que la Cámara de Diputados debe aprobar la acusación para poder juzgarlo.

Primero la denuncia pasará al juez Edson Fachin, instructor de la operación Lava Jato en el máximo tribunal, quien de aprobarla la enviará a la Cámara baja, que tendrá la última palabra. Si la denuncia fuera aceptada, Temer podría ser suspendido de sus funciones por 180 días.

La denuncia formal presentada por Janot era esperada desde hace varios días luego de que el propio fiscal reconociera la semana pasada que estaba convencido de que Temer recibió ventajas ilícitas del grupo JBS. La Policía Federal también expresó su convencimiento que existen serios indicios de que el mandatario incurrió “con vigor” en prácticas corruptas, y confirmó que los audios entregados por Batista a la Justicia no fueron manipulados según las pericias que realizaron en el marco de la investigación.

A su vez otro informe de la Policía Federal presentado este lunes concluyó que el mandatario también intentó obstaculizar investigaciones y dejó de comunicar a las autoridades sobre maniobras corruptas de las que tuvo conocimiento, algo que podría generar otras denuncias.

El Congreso la única salvación

La denuncia en Cámara de Diputados, si es que Fachin la considera pertinente será analizada primero en la Comisión de Constitución y Justicia y luego en el pleno del órgano legislativo. Si los diputados avalan finalmente la denuncia por el voto de la mayoría de dos tercios, Temer sería suspendido de sus funciones durante un plazo de 180 días y su vacante sería cubierta en forma interina por el presidente de la Cámara baja, Rodrigo Maia.

Luego si Temer fuera finalmente condenado y separado de su cargo, la Constitución establece un plazo de treinta días para que Maia convoque a las dos cámaras legislativas para elegir en forma indirecta a la persona que debería completar el período presidencial iniciado por Dilma Rousseff en 2015. Aquí entra el insistente reclamo del pueblo brasileño, que desde que estalló la crisis política por los audios con los que Temer parece avalar un soborno a Edurdo Cunha, ex presidente de Diputados preso y condenado a 15 años de prisión por corrupción, no ha cesado de exigir elecciones directas anticipadas, para poder ser ellos quienes elijan al sucesor de Temer en caso de que renuncie o sea destituido.

De todas maneras la denuncia de Janot quedaría en la nada si los diputados rechazan darle luz verde ya que eso obligaría al máximo tribunal a archivar el caso y el presidente continuaría en el poder.

Hace un tiempo podría haberse confirmado que la denuncia no prosperaría en el Congreso, ya que la mayoría formaba parte de la alianza de Gobierno, sin embargo desde la divulgación de los audios Temer ha perdido mucho apoyo y solo se mantiene a su lado su principal aliado, el Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), pero incluso dentro de éste hay varios miembros que piden la salida de Temer.

A su vez está previsto que la Fiscalía presente próximamente contra Temer otras dos denuncias; una por obstrucción a la Justicia (por dar luz verde a los sobornos a Cunha) y otra por pertenencia a organización criminal.