Trump ordena acelerar la deportación de indocumentados

Luego de que la Justicia suspendiera el veto migratorio que Donald Trump ordenó contra la entrada al país de personas procedentes de siete países de mayoría musulmana, el gobierno de Estados Unidos estableció nuevas directrices para acelerar y ampliar las causales de deportación de inmigrantes indocumentados.

El Departamento de Seguridad Nacional estadounidense emitió este martes un conjunto de memorandos con el fin de implementar la Ley de Inmigración.

El propio Trump había adelantado la semana pasada que presentaría un nuevas alternativas al decreto migratorio que le suspendieron. Así lo que hizo es reformar una norma, a través de nuevas directivas, pero sin cambiar la ley en sí, un procedimiento que le requeriría tener que contar con mayor apoyo político en el Congreso para su aprobación.

“El auge de la inmigración ilegal en la frontera sur ha sobrepasado a las agencias y los recursos federales y ha creado una significativa vulnerabilidad en la seguridad nacional de Estados Unidos”, argumenta una de las nuevas directrices firmadas por el secretario John Kelly.

Las medidas pretenden rescribir las prioridades que imponía el Departamento de Seguridad Nacional al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) para decidir sobre las detenciones y deportaciones de inmigrantes sin documentos.

En EE.UU. se estima que viven ilegalmente alrededor de 12 millones de extranjeros, y las nuevas medidas del Gobierno de Trump podría ponerlos en riesgo. Trump había prometido ya desde su campaña electoral que deportaría de inmediato a aquellos inmigrantes indocumentados que tuvieran problemas con la justicia, ahora las nuevas directrices establecen que los oficiales del ICE deben detener y deportar de inmediato a todos los inmigrantes sin documentos que fueron condenados por algún crimen o que son sospechosos de haberlo cometido.

Los inmigrantes sin documentos que fueron condenados por un crimen importante, por amenazas a la seguridad nacional o que hubiesen cruzado ilegalmente la frontera recientemente ya podían ser deportados desde la administración de Obama, pero ahora los medios locales aseguran que también podrán ser detenidos y deportados aquellos que fueron condenados por hurto o por infracciones tránsito, como cruzar un semáforo en rojo o estacionar en un lugar prohibido.

Las medidas emitidas este martes por el Departamento de Seguridad Nacional establecen también que desde ahora se comenzará a ejecutar un apartado, hasta ahora ignorado, de la Ley de Inmigración y Nacionalidad, que permite a los oficiales del ICE deportar a México a cualquier inmigrante que sea detenido tras cruzar ilegalmente la frontera sur, aun cuando no sean ciudadanos mexicanos. Sin dudas esta norma tensará aún más las relaciones con México ya que es considerada de dudosa legalidad internacional. Según uno de los memos del Departamento de Seguridad Nacional, el ICE ejecutará este apartado cuando considere que el detenido puede volver a cruzar ilegalmente la frontera hacia Estados Unidos.

Los memorandos también disponen la contratación de 15 mil agentes nuevos para controlar las aduanas y las fronteras, especialmente el límite sur con México. De esos 15 mil agentes nuevos, el ICE recibirá 10 mil para ampliar las detenciones y deportaciones, y la Oficina de Aduanas y Fronteras los cinco mil restantes.

Soñadores

El documento del Departamento de Seguridad Nacional especifica que las nuevas directivas no afectan el Programa de Acción Diferida (DACA) decretado por el gobierno anterior de Barack Obama para proteger a más de 750 mil jóvenes inmigrantes que llegaron al país con sus padres cuando eran niños y desde entonces fueron escolarizados en Estados Unidos.

La prensa los bautizó “dreamers” (soñadores) y el propio Trump reconoció recientemente que es uno de los temas migratorios más sensibles para él.

Pese a prometer durante la campaña electoral que iba a derogar este programa, la pasada semana Trump reconoció en rueda de prensa que «es uno de los temas más difíciles» con los que se enfrenta y aseguró que lo encarará «con corazón».

«La situación del DACA es muy dura porque amo a esos chicos, algunos de esos son totalmente increíbles (…). Tengo hijos y nietos», dijo ante la prensa.

De todas maneras los «dreamers» no se sienten seguros y temen por su deportación, ya que consideran que antes o después todos los indocumentados serán blanco de la «agenda de odio» del presidente de Donald Trump.

«La fuerza de deportación que anunció Trump en la campaña está siendo formada y empoderada ante nuestros ojos» afirmó Greisa Martínez, directora del grupo United We Dream, una de las principales organizaciones defensoras de los inmigrantes jóvenes en Estados Unidos.
Y manifestó «Todos seremos objetivo de las deportaciones» por lo que llamó a las personas de conciencia a «levantarse y oponerse a la agenda de odio» del presidente.

Uno de los ejemplos que Martínez puso sobre la situación en la que se encuentran los dreamers fue el caso Daniel Ramírez Medina, un joven dreamer de 23 años protegido por el DACA que el viernes pasado oficiales del ICE fue detenido en Seattle a pesar de que no tenía ningún antecedente criminal. Las autoridades aseguran que fue detenido por su participación en una pandilla, mientras que su abogada afirma que la acusación se basa en un documento falso.

«Esto debe servir de alerta para quienes tengan DACA, porque cualquier tropiezo con la ley puede resultar en algún tipo de acción inmediata que anule la protección» afirmó la activista. El caso está ahora en la Justicia.