Putin y Trump se tienden la mano mutuamente tras llamada telefónica

La primera semana sentado en la sala oval de la Casa Blanca ha sido frenética para el multimillonario neoyorquino. Ayer viernes, Trump sostuvo una intensa conversación telefónica con el mandatario ruso Vladimir Putin, y estuvieron de acuerdo en tender puentes para mejorar las relaciones bilaterales, que estuvieron tensas por años durante la administración Obama, la cual impuso incluso severas sanciones que aún se mantienen.

Durante la llamada, Putin felicitó a u homólogo por el gane, y hablaron de todos los temas complicados, como la situación en Ucrania, la guerra en Siria, Corea del Norte y el conflicto árabe-israelí, aunque evitaron tocar el tema de las sanciones, pues es «demasiado pronto» para discutirlo, consideró Trump.

Tanto los congresistas republicanos como los demócratas estuvieron pendientes de la llamada, pues el Congreso está preocupado por el futuro de las sanciones de Washington a Moscú, después de las tensiones aparecidas como consecuencia de la anexión de Crimea y las avanzadas rusas en la guerra siria. También está en medio la tensión por la supuesta intromisión de hackers rusos en las recientes elecciones que le dieron la victoria a Trump.

Larga jornada diplomática

Putin no fue el único con el que el mandatario estadounidense mantuvo reuniones telefónicas. Los presidentes de Japón, Alemania, Francia y Australia también conversaron con él.

El primer ministro japonés, Shinzo, Abe, conversó en una llamada ciertamente más corta pero no menos productiva, pues fue invitado a visitar Washington y recibirá una convocatoria oficial para ir en febrero a la capital estadounidense. «El presidente ha afirmado el compromiso blindado de Estados Unidos con la seguridad de Japón», informó la Casa Blanca en un comunicado. El premier japonés también expresó su preocupación por el programa nuclear norcoreano y estuvo de acuerdo con Trump en fortalecer el intercambio comercial y las inversiones.

El siguiente número marcado fue el del despacho de Angela Merkel, la canciller de Alemania. En una conversación concisa y breve, ambos mandatarios coincidieron en «la importancia fundamental» de la OTAN para las relaciones transatlánticas y «reconocieron que la OTAN debe ser capaz de confrontar las amenazas del siglo XXI y que nuestra seguridad común requiere inversiones apropiadas en capacidades militares para garantizar que todos los aliados aporten su parte equitativa a nuestra seguridad colectiva», escribió la Casa Blanca. La posición estadounidense sorprende pues el mandatario había calificado a la organización de «obsoleta».

Además, Trump aceptó la invitación de Merkel para asistir el próximo julio a la cumbre del G-20 (grupo de países desarrollados y emergentes) que se celebrará en la ciudad alemana de Hamburgo.

François Hollande también recibió un timbrazo de Washington. El mandatario francés recordó a Trump que la defensa de la democracia implica respetar los principios de igualdad en los que se sustenta, «en particular en el tema de la acogida de refugiados», señaló la oficina presidencial parisina en un comunicado posterior a la llamada.

Francia reacciona de esta forma al decreto ejecutivo firmado por Trump el viernes en el que suspende por 120 días la entrada de todos los refugiados, y por 90 días el otorgamiento de visas a siete países con mayoría musulmana y con presencia terrorista: Libia, Sudán, Somalia, Siria, Irak, Yemen e Irán. Estas medidas podrían extenderse hasta que se establezcan medidas que satisfagan a la administración norteamericana.

Con Malcolm Turnbull, primer ministro australiano, Trump se comprometió a honrar el acuerdo de recibir refugiados en EE.UU. provenientes de las islas Nauru y Manus. En la llamada que duró 25 minutos, ambos mandatarios se comprometieron a mantener la estabilidad global, vencer al Daesh (autodenominado estado islámico) y prevenir la migración ilegal o irregular.