CAMBIOS URGENTES

Tres formas en que estás colaborando con la extinción de las especies

Lo que toda tu vida te ha parecido lo más normal del mundo, es posible que esté teniendo un impacto negativo en el medio ambiente. ¿Por qué no cambiar algunos hábitos de consumo y vida por el bien del planeta?

El aceite de palma es la sentencia de muerte para los orangutanes en Asia. Foto: Pixabay
El aceite de palma es la sentencia de muerte para los orangutanes en Asia. Foto: Pixabay

En los últimos 200.000 años, los humanos han estado caminando por el planeta, y en ese lapso unas 1.000 especies se han extinguido. Las fuerzas impulsoras detrás de esta pérdida incluyen el cambio climático, la deforestación, la degradación del hábitat y la caza (todo causado por la actividad humana).

Un reciente informe, publicado en Science Magazine, confirma el hecho de que actualmente estamos justo en el medio de la sexta extinción, y se le está llamando a este fenómeno «desfaunación», que significa exactamente lo que parece: la erradicación de plantas y animales.

Si bien, por supuesto, ninguna persona como individuo es responsable de esta masiva defaunación, nuestros comportamientos colectivos están provocando la desaparición de muchas especies. La buena noticia es que aún hay tiempo para cambiar, así que echa un vistazo a estas tres formas en que los humanos (incluyéndonos a todos nosotros) estamos impulsando la sexta extinción.

La dieta omnívora

¿Has comido algún animal extinto últimamente? Bueno, si consumiste carne, productos lácteos o huevos recientemente, es posible que sí lo hayas hecho. En general, la producción ganadera es la causa número uno del cambio climático global. La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) estima que la producción ganadera es responsable del 14.5% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, mientras que otras organizaciones como el Worldwatch Institute estiman que podría llegar al 51%.

Al eliminar productos de origen animal de tu dieta, o al menos disminuir el consumo a la mitad, por ejemplo, puedes ayudar a reducir la demanda de ganado y las emisiones de gases de efecto invernadero asociadas a su producción.

Elecciones como consumidor

Uno de los factores impulsores detrás de la extinción de especies es la pérdida y degradación del hábitat. Como era de esperar, ambas cosas son causadas por los intereses económicos de los humanos.

El aceite de palma es un aceite vegetal que se puede encontrar en un 40% a 50% de los bienes de consumo, y es una de las principales causas de la deforestación en Indonesia. En promedio, el equivalente a 300 campos de fútbol en bosques se talan cada hora para dar cabida a las plantaciones de aceite de palma. Esto ha causado que las poblaciones de orangutanes en Indonesia y Malasia disminuyan en un 50% en solo 10 años. Además, The Orangutan Conservancy estima que los orangutanes han perdido el 80% de su hábitat en los últimos 20 años.

Es importante revisar que los productos que consumas en casa no tengan aceite de palma, y que exijas a los fabricantes de tus marcas favoritas que dejen de usarlos o que busquen aceite con certificaciones ecológicas.

Comprar especies en peligro de extinción

Algún producto marfil, cartílago de tiburón, el cuerno de un rinoceronte y pieles de tigre tal vez no son productos que podrías comprar en un viaje promedio al shopping, pero en todo el mundo, los animales víctimas del comercio de vida silvestre están siendo arrasados por la demanda del consumidor.

Estados Unidos es el segundo mercado más grande para el marfil ilegal en el mundo (solo después de China). Cada año más de 30.000 elefantes africanos son sacrificados por sus colmillos y se estima que si las tendencias actuales continúan, el elefante se extinguirá en ciertas regiones de África en los próximos 10 años. Se consume en forma de teclas de piano, abalorios, placas de identificación, joyas y otros elementos decorativos.

El rinoceronte negro occidental ya se ha extinguido a manos de los cazadores furtivos, y la población de tigres salvajes oscila alrededor de 3.000 especímenes apenas. Son sacados de su entorno nativo para entretenimiento, como los que son vendidos a circos o ferias ambulantes. De hecho, actualmente hay más tigres viviendo en cautiverio que salvajes.

Piénsalo bien la próxima vez que visites un circo o un zoológico, porque los animales ahí encerrados posiblemente fueron arrancados de su entorno natural de forma violenta y, en el proceso, tal vez murieron otros varios.

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