El paraíso en el que Trump construirá dos dantescos muros

 

El concejo del pueblo de Doonbeg, una localidad enclavada en el condado de Clare, al centro oeste de Irlanda, ha autorizado al Trump International Golf Links a que construya gigantescas paredes que cubran sus campos de golf del mar.

El ultra lujoso complejo hotelero podrá construir una línea de dos muros marinos, uno de 610 y el otro de unos 280 metros de largo, en el lado de tierra de una playa pública para evitar que las aguas erosionen tres hoyos del campo de golf.

El año pasado la empresa había desistido de continuar adelante con la solicitud de erigir una estructura similar de casi 3 kilómetros, pero el jueves pasado, la decisión del concejo del condado le dio luz verde a la construcción de muros que, aunque intervienen con el entorno natural, parecen no representar un problema a la mirada de los concejales.

Quieren a Trump invirtiendo

El plan del concejo fue apoyado por diversos vecinos de la localidad, quienes dijeron estar esperanzados en que Donald Trump invierta «millones» en la propiedad.

«Hemos hecho campaña durante 25 años para atraer inversiones a nuestra comunidad», comentó a medios locales Rita McInerney, una empresaria local. «No hay muchas oportunidades laborales aquí. En ese complejo (el de Trump) ya emplean a 250 personas en el verano, y habrán más oportunidades si sienten que pueden expandirse. Continuaremos trabajando con los propietarios, sean quienes sean», agregó.

Según registros catastrales de la ciudad, Trump pagó 8.7 millones de euros por el complejo en una subasta de 2014, pero el valor original del todo el inmueble, a su fundación en 2002, fue de 28 millones de euros.

Para los ambientalistas, los nuevos muros dañarán una playa pública popular, así como dunas y brezales vulnerables. Algunos residentes también se opusieron diciendo que las paredes alterarán los flujos de las mareas, y desviarán las mareas de tormenta hacia las casas de los vecinos.