No garantiza nada 30 de noviembre de 2011, 04:13hs

¿De qué sirve ser campeón del Apertura?

Ser campeón del primer torneo de la temporada lo único que asegura es la presencia en la definición por el título del Uruguayo (en semifinales, al menos, si es que hay un triangular), además de un cupo en una copa internacional (Sudamericana seguro y tal vez Libertadores).

Mirándolo desde un punto de vista optimista, ser campeón del Apertura permite tener la tranquilidad de encarar el segundo torneo de la temporada sin la exigencia de tener que ser campeón sí o sí, y con la tranquilidad de saberse ya en las finales del Campeonato Uruguayo. La única forma de quedar fuera de las finales es si otro equipo gana el Clausura y un tercer equipo gana la Anual. En ese caso, haber ganado el Apertura solo habrá servido para llegar a una semifinal. Aunque si se es campeón del Apertura y no se gana la Tabla Anual, ese equipo deberá ganarle al otro que juegue la definición, primero una semifinal y luego la serie de finales.

Pues bien, lo bueno de ser campeón de un Apertura es que ese equipo se asegura meterse en una copa y en las finales. Y el hecho de ser finalista asegura ser al menos vicecampeón del Uruguayo, lo que permite clasificar a la Copa Libertadores de América como «Uruguay 2″.

Año por año

Pero a la hora de las que más duelen, léase ser Campeón Uruguayo, el título del Apertura no garantiza nada. Es más, la estadística dice que de las últimas siete finales, solamente en una fue campeón el que había ganado el Apertura.

En la temporada 2003 el Nacional de Carreño se quedó con el título en el primer torneo del año, pero para el Clausura le desarmaron el equipo mientras Peñarol se reforzó con Chilavert y ganó el Clausura, también la Tabla Anual y la única final, por 1-0 con gol de Bizera.

Al año siguiente, Nacional volvía a ser campeón del Apertura, ahora dirigido por Hugo De León, pero tampoco podría ser campeón del Uruguayo. En el Clausura se coronó Danubio, que también fue dueño de la Tabla Anual, y eso le permitió jugar las finales con la ventaja deportiva que otorga el reglamento. Por eso fue campeón pese a perder 4-1 y ganar apenas 1-0 en la serie de finales.

En la temporada 2005-2006 otra vez se dio que el campeón del Apertura luego no ganó el Uruguayo. En este caso fue Rocha, que terminó último en el Clausura y su puntaje fue tan bajo que ni a la Liguilla clasificó. Al terminar la temporada jugó las finales contra Nacional (ganador del Clausura) y las perdió.

La temporada 20062007 marcó un caso especial ya que el mismo equipo ganó los dos torneos cortos y también la Tabla Anual, por lo tanto no se puede hablar de las finales del Uruguayo, pues no las hubo. El que acaparó con todo esa vez fue Danubio, venciendo a Peñarol en los partidos decisivos de ambos torneos cortos.

En la temporada 20072008 empezó festejando Defensor Sporting con el Apertura, y aquí se produce la primera de las dos excepciones, ya que Peñarol ganó el Clausura pero perdió las finales. Esta vez el ganador del Apertura pudo celebrar el título grande seis meses después.

En la temporada 20082009 el primer campeón fue el Nacional de Pelusso y pese a que en el Clausura el ganador fue Defensor, que además lo pasó en la Tabla Anual, las finales terminaron en manos de los tricolores, que debieron jugar un total de cinco partidos con los violetas.

Finalmente, los dos últimos casos volvieron a poner las cosas en la normalidad: en el Uruguayo 2009-2010 Nacional con Acevedo ganó el Apertura; asumió Aguirre en Peñarol para el Clausura y fue campeón, también se quedó con la Anual y eso le permitió jugar con ventaja deportiva las finales clásicas. Perdió la semifinal pero luego ganó la serie final y fue campeón del Uruguayo.

En la temporada 2010-2011 Defensor, dirigido por Pablo Repetto, empezó festejando con el Apertura, pero luego el Nacional de Carrasco ganó el Clausura, Anual y finales.