La violencia le ganó al fútbol, se suspendió el clásico

 

Supuestos “hinchas” ubicados en la tribuna destinada a los aurinegros robaron a los vendedores de refrescos y panchos y tiraron una garrafa de gas de 13 kg contra la Guardia Republicana. A eso hay que sumarle que funcionarios de recaudación se habían retirado por falta de seguridad y también llegó el rumor de que se habría encontrado un arma en la mencionada tribuna.

Mientras pasaba esto en el estadio en la calle detuvieron a más de 70 hinchas por disturbios en alrededores al estadio y en el Centro de Montevideo.

Los dirigentes de ambos equipos se reunieron con el presidente de la Asociación Uruguaya de Fútbol, Funcionarios de Recaudación de AUF, Comisión de Seguridad y autoridades policiales y luego se le informó al juez la situación.

Los funcionarios de recaudación intentaron volver a la puerta que habían abandonado pero se produjeron incidentes otra vez.

El encargado del operativo policial, Director Nacional de Policía Mario Layera anunció que no estaban dadas las condiciones para jugar el clásico con la tribuna Ámsterdam en la situación que estaba.

El árbitro Leodán González se reunió con delegados y dirigentes luego de que le anunciaron la situación desde la policía y tomó la decisión de que no se jugara el partido por falta de garantías.

«No es una decisión que tomen los árbitros, procedemos a suspender instancias gracias a una opinión técnica como es la del Ministerio del Interior», dijo el juez Leodán González.

Tras la suspensión aún no se sabe si el partido se jugará a puertas cerradas o si directamente no se juega. El tribunal de penas también puede sancionar a Peñarol porque los incidentes se dieron en la tribuna asignada a hinchas aurinegros, que además es local.