EL PARQUE JURASICO DEL FUTBOL SUDAMERICANO

Los veteranos no aflojan y siguen jugando

La agencia francesa, AFP, realizó un extenso seguimiento a los futbolistas más veteranos que hay hoy en día jugando en Sudamérica, donde más de uno juega en gran nivel, demostrando que los años no son un obstáculo para quienes desean seguir mostrando su real jerarquía. Entre todos estos hay compatriotas, como el caso de Juan Ramón Carrasco, Ruben Walter Paz y Luis Ernesto Sosa.

Aunque estos deportistas están más cerca del adiós que del inicio, más próximos de colgar los botines que de ponérselos, aún mantienen vivo el fuego que los llevó a la práctica del futbol para convertirlos, cuando orillan o pasan los cuarenta años de edad, en ejemplos de prestancia, calidad y vigencia.

El Viejo Continente, sin duda, tiene y tendrá el récord en la materia con el legendario futbolista inglés, Sir Stanley Matthews, fallecido a comienzos de marzo de este 2000, a la edad de 85 años. Matthews realizó toda su carrera en los clubes Stoke City y Blackpool, jugando último partido oficial en 1965, cuando tenía 50 años y 5 días de edad. He aquí algunos ejemplos de los jugadores sudamericanos que para entrar a una cancha hacen caso omiso a su documento de identidad.

Peregrinos del mundo

Eternos parecen ser Juan Ramón Carrasco y Ruben Walter Paz. Carrasco nació el 15 de setiembre de 1956 y debutó en primera en 1973. El habilidoso volante militó en equipos de Argentina (Racing y River Plate), Brasil (Sao Paulo), Colombia (Cúcuta), España (Cádiz), México (Universidad Autónoma de Guadalajara), Venezuela (Marítimo) y Uruguay. En Uruguay jugó más de 425 partidos, vistiendo la casaca celeste y defendiendo a Nacional, Peñarol, River Plate, Danubio, Bella Vista, Rampla Juniors y Rocha, equipo del que también es entrenador. Paz nació en 1959 y tiene una marca histórica entre los futbolistas uruguayos, ya que jugó en clubes de cinco países (Argentina, Brasil, Francia, Italia y Uruguay) de los siete que consiguieron títulos mundiales a nivel de selecciones. También volante, Paz es uno de los «larga vida» del balompié celeste. Fue campeón sudamericano juvenil, campeón en el Mundialito de 1980, campeón con Peñarol en la Libertadores y en la Intercontinental de 1982, defensor del Internacional de Porto Alegre (Brasil), del Racing de Avellaneda, y actualmente milita en el Frontera Rivera.

Hasta que la muerte nos separe

El zaguero del Vasco da Gama, Mauro Geraldo Galvao, nacido el 19 de febrero de 1961 en Porto Alegre, capital de Río Grande do Sul, es a sus 39 años el jugador más viejo en actividad en Primera División, en el fútbol brasileño. Dueño de una técnica excelsa, que le ayuda a superar la edad avanzada, Galvao está considerado como uno de los mejores zagueros en actividad. Los comentaristas deportivos y los fanáticos vascaínos critican duramente al seleccionador nacional, Wanderley Luxemburgo, porque se niega a darle una oportunidad con la casaca auriverde, a la que ya defendió en 38 oportunidades. Este «gaúcho» saltó a la fama en el Internacional de Porto Alegre. Como profesional actuó durante siete años en ese equipo de Rio Grande (1979-86). Después pasó por Bangú (1986-87) y Botafogo (1987-90). Tras una larga temporada en el suizo Lugano (1990-96) volvió a Brasil para defender a Gremio (1996-97). Desde 1997 está en Vasco da Gama y no piensa aún en el retiro. Su meta es seguir jugando, mientras resista, o sea alcanzado por una lesión grave. El palmarés de Galvao resulta impresionantes y acumula los siguientes títulos: campeón brasileño (1979) y gaúcho (1981-82-83-84) con el Internacional, campeón carioca (1989-90) con Botafogo, Copa de Suiza (1993) con el Lugano, campeón brasileño (1996) y Copa Brasil (1997) con Gremio y campeón brasileño (1997), carioca (1998) y Libertadores (1998) con Vasco da Gama.

Los «vetejóvenes» de Argentina

En Argentina no hay jugadores de 40 años o más que estén integrando los planteles de Primera División y sólo cuatro superan los 35 años. El más viejo es el arquero de Independiente Norberto Hugo Scoponi, con 39 años, quien nació en Rosario el 13 de enero de 1961. Su debut fue el 24 de mayo de 1981 en Newell’s Old Boys de Rosario. Antes de Independiente jugó en Cruz Azul de México. Participó en 406 partidos de primera (sin contar los encuentros internacionales). Este año se mantuvo inactivo. Sigue entrenando con el plantel pero el técnico no lo tiene en cuenta aunque tiene contrato hasta 2001. Luis Ernesto Sosa, volante de Belgrano de Córdoba y otro de los longevos, nació en Montevideo, Uruguay, el 19 de marzo de 1964. Antes de Belgrano jugó en Huracán de Corrientes. Previamente al inicio del Torneo Clausura tenía 170 partidos jugados en primera, en los que marcó 26 goles. En el Clausura 2000 jugó cuatro encuentros. La lista toma en cuenta también a José Horacio Basualdo, volante de Boca Juniors, nacido en Campana, en la provincia de Buenos Aires, el 20 de junio de 1963. Basualdo debutó el 8 de junio de 1988 cuando ascendió Mandiyú de Corrientes donde jugaba. Hasta el 2000 alcanzó 262 partidos en primera, en los que hizo 13 goles. En el Clausura jugó cinco partidos de 10 fechas.

Perú, un gato con siete vidas

El arquero Jesús Purizaga, llamado «El Gato», es el único futbolista en Perú en actividad que está en el grupo de los 40 años o más, y según él mismo «me queda aún una vida…y larga». Purizaga, nacido el 24 de diciembre de 1959, recordó que empezó su carrera atajando en 1982 por el equipo de la Universidad Técnica de Cajamarca, y siguió en Sporting Cristal, Alianza Lima, Deportivo Municipal, Aurich-Cañaña, Deportivo Pesquero, Lawn Tennis y, otra vez, Alianza Lima. «El Gato» -dos veces convocado a las selecciones nacionales- hace muy poco fue recuperado por Alianza, donde trabaja entrenando a los arqueros de las divisiones menores. «No tengo urgencias económicas, pero sucedió que el club iba a desligarse del arquero titular y encima el suplente se lesionó, entonces me preguntaron si podían inscribirme», contó el golero, que acaba de jugar los recientes campeonatos Sudamericanos y Mundial de Fútbol Playa, que lo mantienen resistente.

«Pibe» for ever

El volante Carlos «El Pibe» Valderrama, próximo a cumplir 38 años y figura emblemática del fútbol colombiano en la última década, sigue lanzando pases de gol en la Liga de Estados Unidos y pensando más rápido, aunque moviéndose más lentamente, que muchos de sus compañeros y adversarios. Nacido el 2 de setiembre de 1962 en Santa Marta, en medio de fútbol de playa. Valderrama sigue siendo tan fino en su juego como cuando se inició en el club Unión Magdelana, hace dos décadas, cuando lucía un peinado «afro». Del Unión Magdalena de Santa Marta pasó al Millonarios de Bogotá, a mediados de la década del 80, pero no pudo demostrar su clase. Millonarios era dirigido entonces por Jorge Luis Pinto, actual timonel del Alianza Lima de Perú. «El Pibe» fichó luego por el Deportivo Cali, a las órdenes del técnico yugoslavo Vladimir Popovic. En ese club, con sede en la tropical ciudad de Cali, Valderrama conformó una dupla de volantes de fantasía con su compatriota Bernardo Redín (37 años), quien aún juega en el Atlético Huila de la Primera División de Colombia. Redín y Valderrama también brillaron en el Mundial de Italia-90. Fichado por el Montpellier (Francia) y el Valladolid (España), «el Pibe» volvió luego al fútbol colombiano, primero al Independiente Medellín y después al Junior de Barranquilla, próxima a Santa Marta, donde volvió a deleitar a los aficionados. Valderrama condujo a la selección colombiana que ganó, gustó y goleó a sus adversarios en las elim
inatorias para el Mundial de Estados Unidos. Argentina, que cayó 5-0 en casa, fue la víctima más notoria de los cafeteros.

«Romerito» con la historia a cuestas

Julio César Romero, ‘Romerito’, de 42 años, es actualmente integrante del plantel del paraguayo Cerro Corá, penúltimo en la tabla de posiciones del campeonato de la División de Honor, pero un equipo que llegó a las semifinales en el Torneo Clausura 1999. Su entrenador lo utiliza generalmente en los segundos tiempos cuando explota su destreza para colocar pases en bandeja, lanzar centros o los disparos de tiro libre. Ex jugador del Barcelona (España), Romerito también se colocó la casaca del desaparecido Cosmos de Nueva York, para jugar al lado de Pelé, Beckembauer, Georgio Chinaglia y su compatriota Roberto Cabañas. Fue transferido años más tarde al Fluminense y se convirtió en ídolo de ese club brasileño con el que obtuvo el campeonato estatal y el campeonato de Brasil. Designado (detrás del entonces incipiente Maradona) como el segundo mejor jugador del Mundial Juvenil de Kobe (Japón) en 1979, Romerito fue número puesto en la selección mundialista de México-86 donde el once albirrojo llegó a cuartos de final. Gabriel Gonzalez, de 39 años, es jugador y goleador del Olimpia y el entrenador uruguayo Sergio Markarián, estratega de la selección paraguaya, lo utilizó en los dos partidos disputados por el combinado, en Lima contra Perú y en Asunción contra Uruguay, en las actuales eliminatorias. El domingo pasado convirtió, como en varias oportunidades, un espectacular gol de tiro libre ante Sol de América. González fue jugador de Guaraní y de Cerro Porteño (en Paraguay), de Atlético de Madrid (España), de Universitario (Perú), y de los argentinos Unión y Estudiantes.

Gorosito, profeta en tierra ajena

El volante argentino Néstor Gorosito, uno de los jugadores más habilidosos del fútbol chileno, continúa deslumbrando a los hinchas, pese a que el próximo lunes cumplirá 36 años. Procedente de San Lorenzo de Almagro, el argentino es la aduana del subcampeón Universidad Católica, club en el que jugó 25 partidos durante la temporada pasada. Su exquisita técnica le permite sorprender a los rivales y habilitar con precisión a sus compañeros de avanzada. El «Pipo», un eximio ejecutante de tiros con pelota quieta, tiene como meta jugar el 2001 por la UC y convertirse en su futuro técnico. Pero, el futbolista más veterano de Chile en Primera División es el zaguero Eduardo Vilches, de Cobreloa, quien con 37 años espera jugar sus últimas dos temporadas en Chile antes de retirarse del fútbol activo. Vilches vistió la camiseta de la selección y fue campeón con Universidad Católica y Colo Colo, antes de partir al fútbol mexicano. Otro veterano en las lides futbolísticas es Pedro Jaque, defensa de Everton, quien en octubre cumplirá 37 años. Como último hombre o marcador, el ex jugador del Deportes Concepción siempre rinde y transmite confianza a sus compañeros, aunque carece de velocidad. El delantero Mario Véner, nacido en Argentina, pero nacionalizado chileno, cumplirá este mes 36 años. Sin embargo, el ex jugador de Huachipato espera en Deportes Concepción reeditar su campaña de 1996 cuando fue goleador defendiendo a Santiago Wanderers. Otros jugadores experimentados son los arqueros Sergio Vargas (U. de Chile) y Marcelo Ramírez (Colo Colo), los volantes Mario Lepe (U. Católica), Luis Pérez (Palestino) y Luis Casanova (Provincial Osorno), quienes tienen 35 años.

«El abuelo» vive en Ecuador

El defensa Luis Capurro, de 39 años, es el «matusalem» de los futbolistas de Ecuador y, a pesar de la edad, ha sido tomado en cuenta para la selección nacional que disputa las eliminatorias, por la potencia y velocidad que desparrama en la cancha. Capurro cumplió 39 años el pasado 1 de mayo, defiende al club quiteño Liga Deportiva Universitaria, bicampeón de Ecuador, en el torneo de este año, con el cual sumará a su palmarés 21 certámenes de Primera Divisón. En su largo camino, el zaguero, nacido en la ciudad costera de Esmeraldas y conocido como «abuelo», ha jugado ocho ediciones de la Libertadores, otras tantas de la Copa América de selecciones (de 1987 a 1993) y 95 choques oficiales de la selección mayor. Empezó a jugar en el Milagro Sporting de Segunda División en 1979 y su pase fue comprado por el desaparecido Filanbanco en 1982 al ascender al balompié profesional ecuatoriano.

A finales de la década de los 80 fue fichado por Emelec. En 1993 se internacionalizó al vestir la divisa de Cerro Porteño de Paraguay y dos años después militó en Racing de Argentina, aunque sin suerte. Antes de jugar para LDU, Capurro fortaleció la zaga de Barcelona, el más popular de los equipos ecuatorianos, durante la temporada 1997. Con ese mismo conjunto ganó el subtítulo de la Libertadores en 1998. El defensa prefiere no pensar en el momento de colgar los botines, más aún cuando después de tres años regresó al combinado ecuatoriano, con el cual enfrentó a Brasil el 26 de abril último en Río de Janeiro por las eliminatorias.

Soria, el correo quechua

El supergoleador Víctor Hugo ‘Tucho» Antelo, de 36 años, y el volante de contención Vladimir Soria, de 38 años, son los dos sobrevivientes de una estirpe de futbolistas que han paseado cargados de años su fútbol por las canchas bolivianas las últimas dos décadas. Nacido en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra el 2 de noviembre de 1964, Antelo ostenta el título de máximo goleador en actividad del mundo, pues en 19 años de carrera, que inició en un modesto club de Segunda División, el Universidad, ha convertido en partidos oficiales 322 goles. Pieza fundamental del bicampeón Blooming, Antelo, que se ha calzado las casacas de los equipos más importantes de Bolivia, tiene «por lo menos» para un par de años más, según la estimación del seleccionador boliviano, Carlos Aragonés. Una vida «ascética», casi sacerdotal, y una suficiencia cardíaca y pulmonar extraordinaria le permiten, en cambio, mantenerse en actividad al «tres pulmones» Soria. Convertido ya en una leyenda viva en el Bolívar, en el que milita desde 1986. Soria, a punto de franquear los 40, corre «aún como un quinceañero», le ha dado largas a su retiro. Nacido en la ciudad central de Cochabamba el 15 de julio de 1961 en el seno de una familia de extracción humilde, Soria, un mestizo de ascendencia quechua, se inició en 1978 en el Wilstermann de su ciudad, donde todos le recuerdan por su capacidad para reproducir en un campo de fútbol las gestas físicas de sus antepasados, los chasquis (correos) del Imperio de Los Incas.

 

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