La nota que Eddie Espert no quiso que usted leyera

Una nota publicada en la página 5 de la edición de ayer provocó que Eddie Espert decidiera censurar al diario LA REPUBLICA de las víspera.

El texto de la nota fechada el 8 de diciembre de 2005, bajo el título «Sepa usted por qué LA REPUBLICA se vio obligada a postergar la rebaja de precio a $ 15 de su edición de mañana, sábado 10″, es el siguiente:

 

«Sr. Eddie Espert

Sindicato de Vendedores de Diarios y Revistas

 

Enterado extraoficialmente que el Sindicato por usted dirigido ha resuelto no distribuir el diario LA REPUBLICA si el precio de tapa es de sólo $15, admitiendo esta circunstancia sólo si nuestro diario acepta abonarle a los canilludos 2.100 diarios todos los días por su intermediación, lo que significa un aumento del 100% sobre lo que actualmente entregamos a ese sector, además del porcentaje de ventas que pagamos todos los diarios a los canillas, me dirijo a usted a fin de solicitarle desmienta o ratifique tamaña violación del contrato que nos rige desde hace 18 años, donde nunca se cuestionó nuestro derecho inalienable de fijar el precio de venta de nuestros ejemplares, sin alterar la cantidad de diarios entregados a los canilludos.

Nuestra campaña de prensa, radio y televisión informaba que a partir del sábado próximo LA REPUBLICA comenzaba a ser vendida a $15 para extender la libertad constitucional de prensa e información a los más desposeídos que no pueden comprar los diarios uruguayos, los más caros del planeta Tierra.

La experiencia de un diario accesible a toda la gente llevada a cabo desde hace meses todos los días miércoles, generó una inmensa alegría en los nuevos lectores que se sumaron en masa a un diario que sin reducir sus páginas rebajó su precio un 58% y en los canillas que cuadruplicaron sus ventas, aumentando sus ingresos, y en la sociedad toda enrolada en un proceso de cambios en procura de aumentar el bienestar de la población bajando los costos de los egresos familiares.

Dábamos de esta manera un ejemplo de idealismo y solidaridad humana, fortaleciendo la democracia uruguaya que sin diarios y sin información enflaquece su robustez, al mismo tiempo que éramos consecuentes con los principios fundacionales de su sindicato, el del señero Adrián Troitiño, el luchador incansable de los más débiles y desprotegidos.

No entendemos, de ser cierta la decisión comunicada extraoficialmente, ¿por qué nos impiden garantizar el acceso de la población menos pudiente al circuito informativo de la prensa escrita?, tomando en cuenta que los principales beneficiados son los canillitas, que constituyen el 95% de los afiliados de su sindicato y que con nuestra decisión cuadruplican las ventas del diario plural.

Y mucho menos entendemos por qué en lugar de alentarnos en nuestro esfuerzo por extender la lectura de diarios en los sectores de menores ingresos, nos castigan y discriminan obligándonos, si queremos democratizar los precios, a pagarles diariamente a los canilludos 2.100 diarios por día cuando todos los demás diarios les abonan cotidianamente sólo 1.080 diarios. Tamaña discriminación es abusiva y carece de toda razón y derecho y viola todos los acuerdos contractuales que nos rigen.

En múltiples oportunidades, especialmente en las ediciones dominicales, hemos bajado o subido los precios de venta y nunca cuestionaron ustedes nuestro derecho a fijar los precios de acuerdo a nuestras necesidades y a las de la población.

El sindicato de canillas y canilludos no está distribuyendo alcohol, cigarrillos o pasta base. Está distribuyendo nada más ni nada menos que la libertad de expresión y de difusión de las ideas, piedra angular de nuestra democracia política.

Y por esa noble función recibe de la sociedad privilegios justificados, que se expresan en concesiones excepcionales de puestos de ventas públicos por parte de la Intendencia de Montevideo, en prerrogativas provisionales e impositivas y otros beneficios en atención a la enaltecedora tarea de distribuir información y cultura en forma masiva.

Ejerce en definitiva una función noble de servicio público, de servicio esencial a la comunidad.

No tiene derecho entonces a clausurar las ediciones de un diario porque ese día, LA REPUBLICA en uso de su legítimo derecho de fijar el precio de venta al público, reduce el monto que deberá abonar la población.

¿Si apareciera un nuevo diario a $15, le impedirían acaso estar en los quioscos que pertenecen a la comunidad?

¿Si LA REPUBLICA hubiera mantenido invariable su precio de venta al público en los últimos 5 años, también la clausurarían porque no les sirve a los canilludos, aunque sí a los canillas, ese precio de venta?

Carece de toda racionalidad esta decisión abusiva que sabotea el intento de extender la libertad de prensa a los más desposeídos. Es un acto que atenta contra las bases mismas de nuestra organización social.

Esperamos que prevalezca la razón y no la fuerza bruta.

Por nuestra parte y en un gesto sereno de apelar a la reflexión madura, suspendemos la rebaja de los precios de venta que debía comenzar este sábado 10 de diciembre (el sábado lo venderemos como ustedes desean a $35), hasta que ratifiquen, desmientan o rectifiquen la presunta decisión que no nos ha sido notificada por ustedes y que implicaría la clausura del diario LA REPUBLICA, tras 18 años de trabajo permanente entre el sindicato y nosotros.

Decisión que de no rectificarse traerá consecuencias funestas para ambas partes y en especial para el pueblo uruguayo, que cuenta con vastos sectores desinformados por su precaria situación económica.

Confiando en una madura y pronta respuesta a mi preocupación, se despide de usted». *

 

FEDERICO FASANO MERTENS – DIRECTOR

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