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La ESA anuncia misión triple de naves espaciales para interceptar cometas

La ESA dio luz verde a una misión que incluye el lanzamiento de tres naves diseñadas para interceptar a algún cometa que visite el sistema solar por primera vez.

Imagen cortesía de ESA
Imagen cortesía de ESA

Como parte del Programa de Visión Cósmica de la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés), la misión «Comet Interceptor» se establecerá en una órbita de espera, donde aguardará el descubrimiento de un cometa entrante para interceptarlo.

Este tipo de misiones al espacio profundo para captar cometas no son cosa nueva: la primera fue la sonda Giotto de la ESA que voló cerca del cometa Halley el 13 de marzo de 1986, pero ha habido muchas más desde entonces, incluido un aterrizaje en el cometa 67P / Churyumov-Gerasimenko en 2016.

Sin embargo, lo que estas misiones de cometas tienen en común es que todas fueron visitas a lo que se conoce como cometas de período corto. Es decir, los cometas que entraron en el sistema solar interior, fueron capturados por el campo gravitatorio de Júpiter y se establecieron en nuevas trayectorias en las que rodean al Sol en órbitas altamente elípticas con períodos de años, décadas o incluso siglos.

El lado positivo de esto es que los astrónomos pueden predecir el regreso de estos cometas y hacer exámenes detallados de ellos desde la Tierra u organizar sondas no tripuladas para explorarlos. El lado negativo es que estos cometas se han calentado y vuelto a calentar más por sus encuentros cercanos con el Sol tantas veces que sus características se han alterado considerablemente.

Imagen cortesía de ESA
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 Captando cometas «vírgenes»

Por todo lo anterior es que los astrónomos quieren estudiar cometas nuevos, que no hayan sido alterados por su circulación en el Sistema Solar. A estos cometas se les llama «prístinos» o «dinámicamente nuevos», o sea aquellos que acaban de perder su órbita en la Nube de Oort, en el extremo más alejado del Sistema Solar, donde se habían sentado durante los últimos cinco mil millones de años y se dirigen a visitar el sistema interno por primera y quizás única.

Según la ESA, el problema es que enviar una sonda a un cometa de este tipo significa preparar una misión cuyo objetivo aún no se tiene del todo claro. Esto parece un poco disparatado, y hace 20 años lo habría sido también, pero el desarrollo de nuevos instrumentos de relevamiento de todo el firmamento, como Pan-STARRS y el Gran Telescopio para Rastreos o Sondeos​ Sinópticos brindan a las agencias espaciales un sistema de alerta temprana sin precedentes para los cometas entrantes.

El proyecto Comet Interceptor ha sido designado por la ESA como una misión clase F o «rápida». Esto significa que la nueva misión puede pasar de la luz verde al lanzamiento en ocho años. Constará de tres módulos A, B1 y B2, y se lanzarán unidos entre sí. Cada uno de ellos está diseñado para estudiar el cometa objetivo desde una perspectiva distinta.

El módulo A lleva una cámara de alta resolución, un instrumento infrarrojo multiespectral y uno para estudiar el polvo, los campos magnéticos y el plasma. El módulo B1 será construido por JAXA -la agencia espacial del Japón- y tendrá una cámara de imágenes de hidrógeno, otro instrumento de plasma y una cámara de gran angular. Y el módulo B2 mapeará el núcleo del cometa, así como también llevará un espectrómetro de masas.

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