OBESIDAD

Científicos entrenan inteligencia artificial para detectar obesidad desde el espacio

¿Cómo es tu vecindario? ¿Hay gimnasios, parques, piscinas? ¿O está rodeado de carreteras con mucho tráfico, locales de comida rápida y tiendas de conveniencia? Una inteligencia artificial podrá determinar en qué zonas de las ciudades hay más propensión a que las personas sean obesas.

Ciudad de Tianjin, China, en la que viven casi 16 millones de personas, con una densidad de 1111,16 hab/km². Foto: Pixabay
Ciudad de Tianjin, China, en la que viven casi 16 millones de personas, con una densidad de 1111,16 hab/km². Foto: Pixabay

La obesidad es un problema de salud pública demasiado complejo, tanto así que prácticamente no hay país occidental o desarrollado que no esté afectado por esta epidemia en al menos un pequeño porcentaje

Uno de los principales factures que la potencia es el entorno físico y urbano en el que vivimos. Ahora, los científicos han utilizado la inteligencia artificial (IA) y las imágenes de satélite de las ciudades de EE.UU. para trazar ese vínculo detectando -aunque suene a ciencia ficción- la obesidad desde el espacio.

«Proponemos un método para evaluar exhaustivamente la asociación entre la prevalencia de obesidad adulta y el entorno construido que implica la extracción de características físicas del vecindario a partir de imágenes satelitales de alta resolución», explica el equipo de científicos a cargo del estudio en un comunicado.

Los investigadores, de la Universidad de Washington, EE.UU., alimentaron unas 150.000 imágenes satelitales de alta resolución procedentes de Google Maps en una red neuronal convolucional (CNN, por sus siglas en inglés), una especie de IA que utiliza el aprendizaje profundo para analizar e identificar de forma independiente los patrones dentro del conjunto de datos.

Qué tan obeso eres según donde vives

LA IA analizó 1.695 secciones territoriales en seis ciudades diferentes: Bellevue, Seattle, Tacoma, Los Ángeles, Memphis y San Antonio.

La red neuronal usada ya estaba pre-capacitada con aproximadamente 1.2 millones de imágenes, experiencia que le ayudó a analizar el entorno construido en las ciudades, identificando características como carreteras, edificios, árboles, agua y tierra.

Además, los investigadores utilizaron estimaciones de la prevalencia de la obesidad del «Proyecto 500 Cities» para crear un modelo que evalúa la asociación entre características urbanas como gasolineras, centros comerciales, parques y tiendas de mascotas y el número de personas con obesidad hay en las distintas áreas.

La investigación en general respalda mucho de lo que ya sabíamos sobre el impacto del entorno construido sobre la obesidad: los espacios verdes abiertos que permiten la actividad física generalmente son buenos para la salud pública; Los vecindarios densamente poblados rodeados por caminos y sin vegetación no lo son.

Básicamente, las personas que viven cerca de más áreas verdes y con acceso a lugares para hacer ejercicios son más saludables que aquellas que viven en áreas más densamente urbanas.

Los hallazgos se informan en JAMA Network Open.

 

 

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