DESCONCIERTO TOTAL

¿Qué hace una marsopa enterrada en un monasterio medieval?

Los arqueólogos no entienden por qué una marsopa enterrada solemnemente en un monasterio del siglo XIV del Canal de la Mancha.

En la pequeña península de Chapelle Dom Hue, en la isla de Guernsey del Canal de la Mancha, un equipo de arqueólogos de la Universidad de Oxford, Reino Unido, están investigando el hallazgo de los restos de una marsopa (un cetáceo familia de los delfines) enterrada solemnemente y con todos los honores en un monasterio del siglo XIV.

En medio de las osamentas de varios monjes están los restos de la marsopa, de acuerdo a la investigación publicada por el arqueólogo Philip de Jersey y su equipo. En un principio, se consideró la posibilidad de que alguien la hubiera escondido para comérsela después, pues las marsopas formaban parte de la alimentación de los pescadores de la edad media en muchas localidades costeras de la zona. De hecho, su hombre en inglés «porpoise» viene del latín medieval porcopiscus (literalmente, pez cerdo). Las marsopas ya eran conocidas en el siglo XII.

Cortejo fúnebre

El problema es que la distribución de los huesos no corresponden con un pedazo de carne dejado allí sin mayor propósito. En realidad, alguien se tomó la molestia de cavar una tumba y depositar el cadáver, respetando la orientación de este a oeste que es tradicional en los entierros cristianos de la época.

Si bien no hay precedentes similares, se podría considerar que se realizó un cortejo fúnebre y solemne al animal, pero las razones del hecho desconciertan a los investigadores.

Los huesos fueron enviados a un instituto de biología marina para que se le practique un análisis más exhaustivo, mientras se baraja la posibilidad de que un grupo de monjes se haya encariñado con la marsopa y decidieron encomendar su alma a Dios.

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