NO LE ADMINISTRARON ANTIBIÓTICOS

Polémica por muerte de niño de 7 años al que le trataron una otitis con homeopatía

La homeopatía no está considerada una ciencia, y carece de fundamentos científicos suficientes para comprobar su efectividad.

Foto: Pixabay
La homeopatía consiste en diluir un componente activo en billones de partes de agua, bajo el concepto no comprobado de la «memoria del agua». Foto: Pixabay

La muerte de un menor de siete años de edad conmocionó a Italia. El niño, originario de la ciudad de Cagli, comuna italiana situada en la provincia de Pésaro y Urbino, padecía de otitis, según consignó el periódico Corriere della Sera, y sus padres decidieron no darle antibióticos, sino que optaron por la controversial técnica homeopática.

Sus padres, unos comerciantes locales de Cagli, hace tres años no le proporcionaban al niño tratamientos médicos convencionales, y le propinaban únicamente preparados homeopáticos. En este último caso, lamentablemente, la infección se extendió demasiado en su cabeza, lo que le causó muerte cerebral, según dijo la prensa local. El niño fue declarado fallecido el pasado sábado 27 en la mañana, tras haber permanecido en coma desde el miércoles anterior.

Uno de los abuelos del niño italiano fallecido declaró a los medios que van a llevar al homeópata que les dio el tratamiento ante la justicia, por negligencia. Corriere della Sera tituló este sábado «Omeopazza» (homeo-locura) el editorial del escritor Massimo Gramellini. «Desgraciadamente hay gente tan débil que no llega a vivir sin apoyarse en un dogma, sea religioso, materialista, científico, anticientífico, carnívoro o vegano», denunció Gramellini.

La homeopatía, polémica pseudociencia

La homeopatía (del griego ὅμοιος [hómoios], ‘igual’, y πάθος [páthos], ‘dolencia’) es una técnica de medicina alternativa creada por Samuel Hahnemann en 1796, bajo su idea de que «lo similar cura a lo similar», lo que significa que una sustancia que cause síntomas de una enfermedad en personas sanas, curará lo similar en personas enfermas. Distintos estudios a gran escala han demostrado que los preparados homeopáticos no son más efectivos que los placebos, lo que concluye que cualquier sensación de bienestar o mejoría posterior a un tratamiento de este tipo se debe, precisamente al efecto placebo.

Hay ciertas bases a seguir en la homeopatía, según el método tradicional de Hahnemann:

Las pruebas se realizan en pacientes sanos. Por ejemplo, se suministra un preparado a partir de capsaicina (ingrediente activo del chile) y se observa que este causa enrojecimiento facial y cierre de las vías respiratorias. Cuando un paciente enfermo llegue con alguno de estos dos síntomas, el homeópata buscará en sus libros cuál compuesto los causa, y verá que la capsaicina es la que los provoca.

A partir de esta observación meramente empírica, el homeópata realizar una disolución, que consiste en tomar 1 parte del compuesto activo y diluirlo en 10 partes de agua, para luego tomar 1 parte de esta disolución en 10 partes de agua otra vez, y así sucesivamente hasta que la sustancia original queda diluida a razón de 100−6=10−12 (una parte en un billón o 1/1 000 000 000 000). A esto, hahnemann le llamó «la memoria del agua», aduciendo que el líquido «aprende» las características supuestamente curativas del compuesto activo.

Algunos homeópatas modernos consideran bases incluso más esotéricas y metafísicas que las del método tradicional: algunos nuevo tratamientos, denominados «imponderables», funcionan -según sus defensores- atrapando energías electromagnéticas en alcohol o lactosa. Por ejemplo, se exponen disoluciones alopáticas a rayos X o luz solar, y luego se envasan para vender como supuestos medicamentos.

Según el bioquímico y escritor español, José Miguel Mulet, la homeopatía es una estafa y un lucro inescrupuloso a partir del padecimiento de las personas. «No es cuestión de hippies. Es cuestión de tener garantías y unos criterios de que un tratamiento sea efectivo, y si un tratamiento no los cumple, ¿por qué vamos a seguir utilizándolo? No es medicina, es pseudomedicina», aseguró en una entrevista al periódico La Razón de España.

Siendo todavía más duro, Mulet aseguró que las píldoras homeopáticas no son otra cosa que azúcar pura. «La homeopatía se trata de hacer diluciones extremas y una vez hechas se espolvorean sobre una pastilla de azúcar. Si miras la composición es azúcar, si miras su precio, parece que haya sido el mismo Fidel Castro el que haya ido a cortar la caña».

 

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