Nube de gas chocará con la Vía Láctea y provocará catástrofes
Aunque no sucederá pronto, la Nube de Gas de Smith se dirige a toda velocidad a la Vía Láctea y podría causar catástrofes en nuestro Sistema Solar.
La nube de Smith fue descubierta en 1963 por Gail Bieger, cuyo apellido de soltera era Smith, una estudiante de astronomía en la Universidad de Leiden en los Países Bajos. Tiene una masa de al menos un millón de masas solares y mide 3.000 pársecs (9.800 años luz) de largo por 1.000 pársecs (3.300 años luz) de ancho en proyección.
Aparentemente, el cúmulo gaseoso se está moviendo en dirección a la Vía Láctea a una velocidad de entre 26 y 73 kilómetros por segundo (casi 1 millón de km/h). Se espera que la nube de Smith se mezcle con la Vía Láctea en unos 27 a 30 millones de años en algún punto del brazo de Perseo.
Origen y destino
Un equipo astronómico de la NASA ha calculado que para ese tiempo la nube se mezclará con nuestra galaxia. Se sabe también que es rica en sulfuro, al igual que las regiones exteriores de la Vía Láctea, lo que podría significar que dicha nube pudo haberse originado en esa zona.
Los especialistas creen que podría haberse originado hace uno 70 millones de años y, como si de un efecto bumerán se tratara, regresa hasta su punto de partida.
El Telescopio Espacial Hubble ha observado por años este fenómeno, y sus mediciones han determinado que el espectro de luz que absorbe la nube está formado por rangos de longitud de onda muy pequeños, lo que también indica que absorbe enormes cantidades de sulfuro.
Al chocar con la Vía Láctea se generarían millones de estrellas, gracias a la cantidad de gas que posee, pero su verdadero efecto sobre la galaxia aún es incierto.
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