Hace 10 años dos uruguayos cambiaron a Plutón de categoría

Los responsables de este cambio fueron los uruguayos Gonzalo Tancredi y Julio Ángel Fernández, dos astrónomos que venían realizando estudios y observaciones de Plutón desde hacía buen tiempo.

Ambos tenían sospechas de que dicho cuerpo celeste era el único de nuestro sistema que no ejercía influencia sobre su órbita. Una semana antes de la reunión de la IAU de 2006, ambos introdujeron una moción en conjunto para analizar el asunto.

El Comité de Definición de Planetas proponía que «cualquier cuerpo celeste de forma esferoide que orbite alrededor de una estrella -y que no sea un satélite- es un planeta», algo en lo que Tarcredi y Fernández no estaban enteramente de acuerdo.

«Si estamos en desacuerdo con algo, si la gente también está en desacuerdo, pero la autoridad -en este caso la IAU- plantea otra cosa, iniciemos un proceso de debate», afirmó Tancredi citado por la BBC.

El intenso debate ideológico

Según escribió Tancredi en su diario personal, «conversando con Mark Bailey (astrónomo británico) acordamos escribir una contrapropuesta que reflejara nuestra opinión».

El primer paso para lograr hacerse escuchar fue el de preparar un borrador que fue revisado por Fernández en el que proponían una nueva clasificación: los planetoides. La misma noche, ambos científicos conversaron y llegaron al acuerdo de salir a recoger firmas. El destino de Plutón estaba a punto de cambiar.

«Desde el comienzo conseguimos adhesiones importantes para lo que veníamos planteando», recuerda el astrónomo montevideano graduado de la UDELAR. A las reuniones de la IAU asisten centenares de personas y las discusiones suelen extenderse por horas, recuerda Tancredi. En una de estas discusiones le sugirieron al uruguayo cambiar «planetoides» por «planeta enano». Esto no sería una característica de un planeta sino una de las tres categorías que estos montevideanos proponían para «organizar» mejor el Sistema Solar: planetas, planetas enanos y cuerpos menores.

Enviaron su propuesta con firme convicción, y a pesar de no recibir novedades por parte la IAU, empezaron a entrar en sus bandejas de email bastantes adhesiones a su causa.

Defensa de la propuesta ante la IAU

Julio Ángel Fernández fue el elegido para defender la tesis frente a todos los participantes de la asamblea. 250 asistentes escucharon su disertación. Según Tancredi, dicha reunión estaba pensada para que la dominaran los miembros del Comité Ejecutivo de la IAU y los del Comité de Definición de Planetas.

Al terminar la explicación detallada de Fernández, se permitieron pocas intervenciones, pero nada sustancial a la discusión. Este se enojó por el hecho y saltó airado acusando al comité de manipular la reunión y sus resultados, cuenta Tancredi.

Luego de momentos tensos y la vista de todos los periodistas de ciencia sobre la reunión, en la reunión de la tarde del 22 de agosto de 2006, Tancredi explicó de vuelta «en nombre de los disidentes» su postura. Esa noche el aire se podía cortar con la mano debido a la constante tensión y discusiones en salas de reuniones y pasillos.

El 24 de agosto había mucho revuelo en la reunión decisiva. Tancredi recuerda que habían bastantes caras descontentas en la multitud de científicos y espectadores. Algunos consideraban el concepto «planeta enano» como causal de futuras confusiones. Unos propusieron usar términos como «subplanetas», «miniplanetas» o «proplanetas». Fernández sugirió que usaran, entonces, «planetinos».

«Imprimo unas hojas con la palabra ‘planetino’ en grande y decidimos salir a presentar la propuesta al Comité, pero no encontramos a la persona responsable», cuenta el uruguayo. «Vamos entonces en grupo a la sala de prensa para que divulguen nuestra propuesta;armamos un revuelo bárbaro donde los periodistas nos llevan a la sala de entrevistas», detalló Tancredi en una reciente entrevista a la BBC.

A pesar de la buena voluntad ya la propuesta estaba encaminada y, por fin, es aceptada. A partir de ese momento el Sistema Solar se divide en tres categorías; Plutón pasó entonces a clasificarse como «planeta enano».