ESTADOS UNIDOS

Apple y el FBI enfrentados para abrir más teléfonos celulares “sospechosos” ahora en Boston y en Nueva York

Aunque las autoridades estadounidenses aseguraron en primera instancia que el caso abierto desde el FBI contra Apple, para que la tecnológica desencriptara el celular del terrorista que provocó la masacre de San Bernardino, era único y excepcional, ahora los federales insisten en obligar a la empresa para que “abra” otros iPhones.

Foto con fines ilustrativos.
Foto con fines ilustrativos.

Un nuevo caso judicial abierto en una corte de Nueva York, contra Apple, por el cual el FBI exige que sea desbloqueado el teléfono de un narcotraficante, en paralelo con un caso muy similar, ante una corte en Boston, pauta que las autoridades no cejarán hasta que se pueda sentar un precedente, que en el futuro obligaría a las tecnológicas a ser mucho más colaboracionistas de la policía y de concretarse, dejaría por el suelo la confidencialidad que pregonan para sus clientes.

A fines de marzo último el FBI anunció que había logrado acceder a la información contenida en el iPhone 5C, del terrorista que en California mató a 15 personas antes de caer abatido en un enfrentamiento con la policía. El litigio iniciado para “abrir” el teléfono, culminó con una solución alternativa exógena, que el director del FBI James Comey describió como “una herramienta” que compraron para “entrar en el dispositivo”, pero que la usará solamente “dentro de los límites que le impone la ley”.

Apple reclamó tener acceso a esa “herramienta” que le permitirá solucionar el defecto a través del cual el FBI pudo ingresar, pero Comey alegó que el tema era discutible “ya que el fabricante puede arreglarlo y volveríamos a estar en el mismo lugar donde empezamos”, afirmo en una charla en la Universidad de Kenyon, en Ohio.

Otro caso, otra situación, el mismo fin

Ahora el caso en Nueva York, presenta similitudes pero diferencias clave que pautan otro fin más allá de la lucha antiterrorista que se invocó como cuestión de Estado para abrir el iPhone anterior. En este, se trata de un iPhone5S un modelo más avanzado que el caso San Bernardino, por lo cual se tiene certeza que el FBI aún no logra desencriptarlo. Más aún, el acusado, un traficante de drogas, ya confesó y fue procesado y ahora está a la espera de una sentencia. Ello pauta que la información ya no es necesaria para ese caso en particular en tanto el reo ha confesado. Apple entiende que solo buscan sentar el precedente judicial que necesitan para emplearlo en casos futuros.

A comienzos de semana, trascendió que un juez federal de Massachussets, ha ordenado a Apple colaborar con el FBI, en un caso cuyas características de momento se desconocen. Solo se sabe que Apple ya se negó a desencriptar el celular en cuestión basándose en similares argumentos que para los casos anteriores.

Te recomendamos

Publicá tu comentario

Compartí tu opinión con toda la comunidad

chat_bubble
Si no puedes comentar, envianos un mensaje