Google y la NASA confirman operar el ordenador cuántico de D-Wave que permite desarrollar la Inteligencia Artificial
Google ha confirmado que junto a la NASA están operando, uno de los pocos ordenadores cuánticos que existen en el mundo, con el fin de tener resultados en “ciertas tareas” las que no especificaron en detalle. Sin embargo, a sofisticación de estos equipos es tal que su empleo apunta solo a temas altamente específicos, como por ejemplo la Inteligencia Artificial.
Durante un evento en el Centro de Desarrollo AMES, que la NASA tiene en California, Google ha presentado algunos de los resultados obtenidos a partir de la segunda generación de procesadores de D-Wave (una empresa que se dedica exclusivamente a ordenadores cuánticos), los que permiten obtener resultados hasta 100 millones de veces más rápidos que las mejores computadoras tradicionales desarrolladas a la fecha.
Tales velocidades, por supuesto están lejos de los usos domésticos o incluso de alta relevancia conocida y se convierten en necesarias de momento solo a la hora de resolver problemas harto específicos como aquellos donde la naturaleza binaria de la informática general no resulta efectiva. Se trata de los cálculos que las computadores, aún en red, necesitarían cientos o miles de años para llevar adelante, algo difícil de comprender máxime cuando su utilización está aplicada en última instancia a ciertas descodificaciones de cifrados o al desarrollo de sistemas de inteligencia artificial.
Un futuro altamente intrigante
El director de la división de Ingeniería y Computación cuántica de Google, Hartmut Neven, asegura en el blog de Google Research, que estos resultados, están siendo de momento “muy alentadores a la vez que intrigantes”, en tanto abren puertas a un mundo que hasta ahora solo formaba parte de la ciencia ficción.
Neven , realiza una explicación para especialistas en el tema, reconociendo que las capacidades abiertas aún requerirán optimizaciones para poder convertirse en tecnología práctica.
La Inteligencia Computacional, implica el desarrollo o aprendizaje interactivo de las mismas máquinas sobre sí mismas, lo que apunta a una velocidad de concentración del conocimiento sin límites concebibles, y proyecciones imposibles de establecer con los parámetros actuales.
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