Astronautas en la Estación Espacial se refugian en la nave Soyuz ante pasaje de “toneladas de basura”
Los dos astronautas rusos y el norteamericano que trabajan en la Estación Espacial Internacional(EEI), fueron despertados de urgencia y debieron refugiarse en la nave Soyuz, acoplada a la EEI, cuando se detectó que los restos de un satélite ruso convertido en “basura espacial” pasaría a escasa distancia del complejo en que residen.
Los restos del satélite ruso, pasaron a menos de 2.500 metros de la EEI, mientras que os astronautas se habían refugiado en la Soyuz, donde se mantenían alertas por cualquier situación de emergencia que los hubiera obligado a separarse de la estación espacial e intentar emprender el regreso a la Tierra. La NASA reconoció lo que había ocurrido pero señaló que el alerta le fue dado a los astronautas unas dos horas antes de que la chatarra tuviera su máxima aproximación a la EEI. “Excelente entrenamiento”, escribió horas después en cuenta de Twitter el astronauta Scott Kelly, quien se mostró complacido no solamente por haber evadido el obstáculo sino también por la coordinación que se actuó con sus compañeros en tierra.
Se trató de la tercera vez que esta tripulación ha tenido que eludir chatarra espacial y todo apunta que ocurrirá una nueva instancia de este tipo la semana que viene.
El Síndrome de Kessler y el blindaje de la EEI
La basura o chatarra espacial es uno de los problemas más preocupantes que enfrenta la investigación en órbita terrestre, debido a que hay desde gigantescos restos de cohetes y satélites en desuso, a pequeñas partículas que pueden afectar sin embargo los sensores de instrumental de precisión activo.
La basura espacial enfrenta además el desafío del “Síndrome de Kessler”, como se define al escenario planteado por el técnico de la NASA, Donald Kessler, según el cual el volumen de basura es creciente de forma exponencial, en tanto los objetos en órbita son impactados por la basura con tanta frecuencia que crean más basura cada vez y mayor riesgo de colisión o incidencia.
La Estación Espacial Internacional, está blindada para evitar años menores por el fenómeno, pero nada impide que un impacto de mediano porte afecte de modo determinante la instalación. La Agencia Espacial Rusa ha propuesto un proyecto a un costo de 300 millones de dólares que permitirá retirar basura espacial hacia una “órbita cementerio”, en un plan que se iniciaría el año entrante.
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