Fundador de GoPro paga US$229 millones a ex compañero de clase por promesa hecha hace 10 años
El millonario Nick Woodman, prometió a un compañero de la Universidad de San Diego (California), con el que compartía cuarto hace diez años, que le retribuiría con el 10% de cualquier ingreso que tuviera por la venta de acciones de la compañía que estaba intentando consolidar, si le acompañaba en el emprendimiento.
GoPro, no era más que una especie de proyecto en las pantallas de computación y en la mente de Woodman, cuando le prometió a Neil Dana, que le apoyara en la iniciativa que no se arrepentiría de hacerlo y tendría su décima parte de las futuras acciones. Dana aceptó y se convirtió así, en el primer empleado que tuvo la compañía GoPro, donde aún sigue trabajando: es el director de ventas especiales de la empresa.
GoPro fundada en 2004, produce muñequeras para cámaras pequeñas y también tiene desde fecha más reciente sus propios hardwares.
Con la entrada de GoPro al mercado de bolsa de Estados Unidos, Woodman, que a estas alturas es billonario, ha decidido hacer justicia a su compromiso, y ha traspasado 4,7 millones de dólares en participaciones de la compañía a su compañero de cuarto de otrora.
Una paternidad no reconocida para las “selfies” y otras fotos
“Antes de GoPro era muy difícil capturar imágenes de uno mismo haciendo cualquier cosa: ahora se suben 6.000 vídeos a YouTube por día, desde cámaras que todo el mundo puede tener”, sintetizó la clave de su éxito Woodman, en declaraciones al canal CNBC.
Pautó así las causas por las que entiende la compañía debutó en bolsa con un ascenso del 30% en la cotización ya en su primer día, lo que significó uno de los lanzamientos más portentosos de 2014 en el mercado tecnológico, el Nasdaq.
La demanda para GoPro había superado en 20 veces la oferta disponible, a partir de una salida a bolsa de 17,8 millones, que obtuvieron 427,2 millones en lo inmediato.
Woodman creó la GoPro, la cámara actualmente más vendida en el mundo, cuando buscaba una manera de grabarse a sí mismo y a sus amigos mientras hacían surf en las playas de California. “Antes de GoPro si querías imágenes propias haciendo algún deporte, no sólo necesitabas la cámara, sino que necesitabas a otra persona. Y si querías que la foto quedase buena, necesitabas que esa otra persona fuese un buen fotógrafo”, explicó Woodman al programa 60 Minutos.
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