TECNOLOGÍA

Microsoft patenta anteojos inteligentes que “detectan sentimientos” de quienes entran al campo de visión

La Oficina de Patentes y Marcas de Estados Unidos, aprobó la solicitud de Microsoft para tener desarrollo exclusivo sobre anteojos inteligentes, capaces de detectar sentimientos de las personas que se encuentro dentro del campo de visión.

A pesar de que Google fracasó con su proyecto «Google Glass», Microsoft decidió aventurarse en este campo con estos lentes que detectarían sentimientos de la persona que entra en el campo de visión. Foto: Microsoft – USPTO.

Las gafas son capaces de registrar los comportamientos a la vista y auditivos de los interlocutores de quien usa los lentes, y los sensores enviarán ese “paquete” de información a la computadora central, que a su vez comparará los resultados del momento con una base de datos, y reenviará el resultado de su interpretación al usuario interesado.

La patente para el “Wearable emotion detection feedback system” (Sistema retroalimentado de detección de emociones portable), había sido presentada originalmente en octubre de 2012. El implemento es capaz de analizar la expresión facial de las personas mediante sus sensores, aunque no está claro si es capaz de reconocer si una risa –por ejemplo- es real o simplemente simulada.

De momento se desconoce si Microsoft piensa desarrollar comercialmente en el corto plazo la aplicación, o se limitará a mantener las patentes en archivo, hasta tanto se den las condiciones óptimas para este tipo de emprendimiento. Tampoco está claro el objetivo de uso que podrían tener: aunque para muchos se convertiría en un objeto lúdico social, podría ser también empleado en interrogatorios o en entrevistas de empleo, con límites no demasiado claros.

El antecedente del Google Glass no es el mejor de todos

El problema principal no radicaría en la tecnología, sino en la aceptación de público, después que los Google Glasses debieran dar un paso atrás en su salida al mercado. El nuevo sistema de lentes de Microsoft, parece ser también capaz de analizar a nivel individual o de más de una persona, esos estados de ánimo, y ello sin que los “analizados” se percaten de que están siendo objeto de verificación alguna. Este tema es la clave de la cuestión, ya que se estaría violando la privacidad de las personas, algo que puede concluir no solamente de muy mala manera, si el observado no está dispuesto a ser objeto de análisis porque sí nomás, sino que en países como Estados Unidos, podría llevar a la Corte de Justicia, a quienes indaguen a los demás sin avisarles que lo están haciendo.

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