Hoy dejan de vender los Google Glass, el prototipo de lentes inteligentes que serán “perfeccionados”
Google anuncio que este 19 de enero concluye el programa “Glass Explorer”, que a lo largo de dos años busco establecer si la gente aceptaba o no, el uso cotidiano y masivo de los lentes “inteligentes”, algo que contrariamente a las expectativas macro de la empresa californiana, parece haber decantado por la negativa.
El prototipo de los lentes inteligentes Google Glass, deja este lunes de venderse en Estados Unidos, pero la compañía dice que seguirá apuntando a perfeccionar el sistema con la finalidad de chequear en un futuro próximo otra vez su aceptación.
Google Glass ha estado disponible en forma sumamente limitada para el público en general –de hecho solo el 16 de abril del año pasado se puso a la venta por 24 horas- mientras que las restantes unidades, estaban en manos de los “exploradores” que chequeaban en la vida diaria las consecuencias y expectativas de su uso, o de invitados especiales de Google, una forma exclusiva totalmente de acceder a la innovación tecnológica.
La defensa de la privacidad detrás de una frustración encubierta
En Google nadie habla de fracaso ni mucho menos, sino que se apuesta a una especialización aún mayor del proyecto. De hecho el equipo que ha trabajado en l0os anteojos inteligentes, ha dejado de ser parte del laboratorio Google X y tendrá su propia unidad independiente para ahondar independientemente en el plan
“Ahora nos hemos graduado oficialmente de Google X para crear nuestro propio equipo aquí en Google. Estamos deseando avanzar más para dejar de ser un concepto”, puntualiza un comunicado de la compañía.
Sin embargo al cabo de casi cinco años de experimentación y cuando todo anunciaba que los Google Glass serían producto de consumo masivo para este año, la realidad es otra. Aunque las causas de la menor popularidad del artículo, pese a los esfuerzos de todo tipo, parecen múltiples, no pocas hipótesis focalizan a la privacidad. Nadie parece dispuesto en Estados Unidos al menos de momento, a sacar fotografías de otros sin que los fotografiados se enteren, y mucho menos a llevar unas gafas que podrían prestarse a esa confusión.
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