Científicos logran arrastrar un objeto con rayos sin tocarlo en absoluto
El rayo-tractor que las tripulaciones de las distintas naves de la saga cinematográfica Star Trek, utilizaban no solamente para remolcar a otras naves, sino incluso para salvarse en distintas aventuras, es ahora una realidad alcanzada por científicos en la Universidad de Nueva York.
Aunque por el momento se limita a la tracción de pequeños objetos, y el desplazamiento es solo posible en una dirección –hacia donde se emiten los rayos- la técnica combinatoria de los llamados “rayos Bessel” permite mover lo deseado, sin necesidad de que nada lo toque.
Los rayos Bessel, están conformados por un campo de radiación electromagnética (aunque puede ser acústica o gravitacional) y tienen la capacidad de autoregenerarse: el haz puede ser obstruído en un punto pero se volverá a formar en una etapa adelante del eje de la emisión.
La fuerza de los anillos lumínicos
Los técnicos David Ruffner y David Grier, de la Universidad de Nueva York, lograron desarrollar uno de los efectos de los rayos Bessel: a diferencia de los rayos laser que se concentran como un solo punto cuando se los dirige sobre una superficie plana, el rayo Bessel está formado por anillos de luz que rodean al punto enfocado, algo así como los anillos concéntricos que se generan al arrojar una piedra en el agua.
La idea era que colocando el rayo superpuesto a otro de sus mismas características en la parte posterior de una partícula (u objeto) se alcanzaría la fuerza suficiente para empujar lo deseado.
Así lo hicieron con una bolilla de silicio suspendida en agua, de treinta micrómetros de diámetro, lo que ratificó la teoría desarrollada. Ahora el gran desafío es lograr que sea necesaria una cantidad de energía mucho menor y razonable como para mover un objeto de mayor porte, sin que la misma emisión energética destruya por completo lo que se desea trasladar. Eso aún pertenece al futuro.
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