Estados Unidos, permitió la conexión de Cuba a la red de redes en 1996, pero invierte cada año millones de dólares en facilitar la “conexión a la carta”, servicio para quienes se oponen enfáticamente al régimen vigente en la isla.
La nueva tecnología es considerada un valioso aporte en esta meta, según la Heritage Foundation, lo que es considerado una agresión por parte de La Habana.
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