Hipótesis contradictorias: cambio de salinidad o pesca depredatoria

Masiva mortandad de peces

El pasado fin de semana las playas de Punta del Este, Piriápolis, Costa de Oro y las montevideanas Carrasco y Malvín amanecieron cubiertas por peces muertos, cuya descomposición produjo un intenso hedor. Las comunas de Canelones y Maldonado ya retiraron centenares de toneladas mediante palas mecánicas.

Fuentes de Prefectura afirmaron que este fenómeno viene sucediendo hace más de un mes.

Juan Carlos Barranquet, director de Gestión Ambiental de la Intendencia de Canelones, informó que hace 15 días aparecen peces muertos de la especie lacha en toda la Costa de Oro hasta el balneario San Luis. Según el jerarca, estos ejemplares fueron arrojados al mar por los propios pescadores, teniendo en cuenta que este pez no es comercializable, ya que es considerado un descarte de la captura. Seguramente, llegaron a la costa arrastradas por la tormenta.

Durante los últimos días, funcionarios de la Intendencia canaria procedieron al apilado y posterior encierre de los desechos mortales. Barranquet aseguró que se hizo contacto con la Dirección Nacional de Recursos Acuáticos, pero que no hubo una respuesta oficial.

Por su parte, el prefecto de Canelones, capitán Luis Jaunsolo, afirmó que esta situación comenzó en semana de turismo y añadió que también fueron encontraron ejemplares de corvina negra.

Con respecto a la versión de la Intendencia canaria de que la situación habría sido originada por los propios pescadores, Jaunsolo aclaró que no se observó la presencia de buques en la zona por lo que no existirían elementos para manejar esa hipótesis.

Sin embargo, los técnicos de Recursos Acuáticos afirman que el motivo de la mortandad se origina en un cambio en la salinidad del agua.

Yamandú Flangini, director nacional de Recursos Acuáticos, afirmó a LA REPUBLICA que también se observó peces muertos en Maldonado y Montevideo. Sólo en playas fernandinas se levantó de las arenas unas 100 toneladas de lacha.

Advirtió que más allá de la molestia y el desperdicio registrado en las playas, no se corre riesgos de contaminación ambiental, «ya que las propias gaviotas comieron los ojos y agallas de los pescados, donde las moscas ponen sus huevos».

Comentó que la propia naturaleza se encargó de evitar la creación de focos infecciosos.

Flangini explicó que los ejemplares conocidos como lacha son peces que habitan en corrientes saladas y al aparecer bolsones de agua dulce, éstos no resisten el cambio.

La lacha es un pequeño pez, de unos 20 centímetros de longitud, que, por su estructura ósea (sus costillas se entrelazan y las espinas aparecen por todas partes), no es muy apto para consumo. Por tal motivo, los pescadores no se interesan en su captura.

El especialista señaló que, ademas de lacha, aparecieron ejemplares de corvinas y chuchos muertos. Añadió que en las playas montevideanas de Carrasco y Malvín también se registró este fenómeno pero en menor proporción.

El fenómeno se registra también desde hace diez días en las costas de Maldonado. Jorge Curbelo, director general de Higiene Ambiental de la comuna fernadina informó que ya se recogieron 100 toneladas de pescado muerto en 10 camiones.

La carga fue trasladada en camiones a zonas de basurales municipales, para su posterior incineración. Estos ejemplares cubrieron unos 6 kilómetros de costa, apareciendo en Piriápolis y en las playas de Punta del Este, en la zona de la parada 23 y 24.

El jerarca informó que el trabajo de limpieza estaba casi terminado y reconoció que el pasado fin de semana, los pescados generaron olor e incomodidad para los visitantes. Sin embaego, la recolección mediante palas mecánicas prácticamemte terminó con el problema.

Durante una recorrida realizada por LA REPUBLICA por la zona costera, se pudo comprobar que dentro de las especies que aparecen muertas y esparcidas a lo largo de la costa montevideana y de Canelones, predominan el pez lisa, la lacha, la brótola y el mochuelo.

Ocasionalmente también puede observarse la especie corvina negra.

Rebatiendo la tesis de la Dirección Nacional de Recursos Acuáticos, que atribuye la muerte de peces al cambio de salinidad de las aguas, pescadores declararon que el problema se origina en la modalidad de pesca de arrastre en pareja que hacen los pesqueros de altura.

Concretamente, denunciaron un hecho acaecido días atrás en la zona este, donde una embarcación que pescaba mediante la modalidad de arraste rompió la red llena de pescado, lo que provocó la dispersión de la carga. También atribuyeron la mortandad «a la gran depredación que hacen los barcos de altura, que llenan la cubierta de peces y eligen los más grandes y los que les convienen a sus intereses. El resto es tirado al mar».

 

Sin medidas

El Sindicato Unico Nacional de Trabajadores del Mar y Afines (Suntma) advirtió que se han formulado denuncias, «pero no hay quien tome medidas. Parece que nadie quiere hacer nada para preservar los recursos pesqueros».

Los sindicalistas revelaron a LA REPUBLICA que la utilización del doble túnel como arte de pesca «viola las disposiciones vigentes, modalidad ésta que el sindicato se ha negado sistemáticamente a utilizar».

Explicaron que la técnica se ha incrementado notoriamente en la zona de exclusión y que cada vez se hace «más cerca de la costa». Denunciaron que los barcos que utilizan este arte de pesca lo realizan con las luces del barco apagadas, para pasar inadvertidos.

Los denunciantes afirmaron que además de negarse a pescar en la forma de «doble túnel», se labrará un acta en aquellos casos en que la embarcación se dedica a utilizar esta modalidad, dejando constancia del hecho.

Se detendrá la salida del barco una vez arribado a puerto con la mercadería y no se descarta hacer la denuncia penal.

El sindicato que nuclea a los pescadores refutó la versiones de la Dirección Nacional de Recursos Acuáticos, descartando que la mortandad se deba a la alta salinidad de las aguas.

«Este hecho es muy conocidos por los pescadores. El agua se presenta en forma amarronada cuando hay un cambio de salinidad y éste no ha sido el caso en estas últimas semanas».

Explicaron que «la Dirección Nacional de Recursos Acuáticos no ha hecho estudios, ya que tiene un solo barco que en estos cinco meses solamente ha salido una sola vez a la mar.

Se dice que no hay dinero para hacer salidas más continuas para realizar estudios, cuando se recaudan miles de dólares en la venta de permisos de pesca, dinero que no se sabe adónde va a parar».

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