¿Enojarse puede favorecer al cerebro?

Una nueva investigación llevada a cabo por científicos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) encontró que enojarse entre 30 o 40 minutos al día puede resultar beneficioso para el cerebro.

Eduardo Calixto González, líder de la investigación y jefe del Departamento de Neurobiología del Instituto Nacional de Psiquiatría, explicó que enojarse implica un cambio neuroquímico que resulta benéfico para la salud de nuestro cerebro.

Al enojarse «prácticamente se anula la parte más lógica y congruente del cerebro para incrementar la actividad cardivascular y respiratoria», detalló.

También explicó que el enojo tiene dos etapas, primero libera en el cerebro sustancias como la dopamina, el glutamato y la noradrenalina (hormona que aumenta el ritmo cardíaco y la presión arterial), así como una disminución en los niveles de serotonina y vasopresina, lo que favorece las funciones respiratorias y cardiovasculares.

Luego se da un incremento en los niveles séricos de cortisol (hormona relacionada con el estrés) y un cambio de glucosa a nivel plasmático. De esta manera, el enojo constituye una respuesta funcional del sistema nervioso central.

Desahogar

Frente al enojo recomendó que cuando alguien está enojado o molesto, lo ideal es no intentar calmarlo y dejar que tengan su momento de ira. En ese sentido señaló que contrariar a alguien molesto acentúa el enojo, mientras que darle la razón lo ayuda a alcanzar alivio mental.

Por otro lado destacó que el enojo puede ser beneficioso siempre y cuando ese estado no se exceda en el tiempo más de media hora o cuarenta minutos, ya que si se prolonga demasiado no solo no será beneficioso sino que puede llegar a ser perjudicial y patológico.

Los especialistas destacan los beneficios de desahogarse ante esas situaciones o vivencias que nos provocan enojo, ya que reprimirlo, al igual que sucede por ejemplo con el llanto, solo termina afectando nuestra salud tanto mental como física.