Diseñan nueva aguja indolora para inyecciones inspirada en mosquitos

A casi nadie le gustan las agujas; son dolorosas y molestas e incluso para algunos puede representar un trauma total. La pesadilla de inyectarse o vacunarse podría acabarse para siempre con estas nuevas micro agujas indoloras.

Foto: Pixabay
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Investigadores de la Universidad Estatal de Ohio, EE.UU., piensan que ponerse una inyección o una vacuna no tiene por qué ser doloroso o traumático. Para ello se inspiraron en el mosquito y, en particular, en cómo este puede perforar la piel humana sin causar dolor con su trompa tipo aguja, para hacer que las inyecciones sean una experiencia menos molesta.

El equipo de científicos encontró tres formas en que los mosquitos evitan infligir dolor al extraer sangre: secretan saliva que contiene una proteína que adormece la piel y evita que la víctima sienta; El fascículo, o parte que extrae sangre, vibra al perforar la piel, lo que reduce la fuerza necesaria; y su dentadura contribuye en la penetración.

Pero al examinar las trompas -que en realidad se llaman probóscides- de los mosquitos por sí mismos, los investigadores encontraron un cuarto método: el Aedes vexan femenino, que es el mosquito más común en América del Norte, tiene una trompa que varía en rigidez. El labrum, que es la cubierta externa de la probóscide, se ablanda más cerca de la punta, lo que, una vez más, reduce la fuerza necesaria para perforar la piel.

«Este último descubrimiento es importante; ahora sabemos que una punta más suave y más dócil puede causar menos dolor al penetrar porque presiona menos la piel», explicó Bharat Bhushan, de la Universidad de Ohio, en un comunicado de prensa.

Menos fuerza, menos dolor

Con todos esos cuatro mecanismos, el mosquito reduce la cantidad de energía necesaria para picar a su víctima, o sea que se cansa menos, y además evita el riesgo de que sea descubierto in fraganti, algo que pondría en peligro su vida.

Bhushan piensa que todos estos trucos podrían combinarse en una micro-aguja artificial que, de hecho, combinaría dos agujas. Una inyectaría inmediatamente un agente adormecedor (presumiblemente distinto de la saliva del mosquito) mientras que el otro se usaría para extraer sangre o inyectar la droga necesaria.

Debido a que esta aguja sería notablemente más cara de producir, difícilmente llegue a sustituir la totalidad de las que se usen a nivel mundial en vacunas e inyecciones, por lo que en primera instancia se usaría en niños.

«Tenemos los materiales y el conocimiento para crear una micro-aguja como esta», concluye Bhushan. «El siguiente paso es encontrar el apoyo financiero para crear y probar dicho dispositivo».

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