BUEN DORMIR

Cómo combatir el insomnio para tener mejor calidad de vida

Para una cada vez más creciente parte de la población, dormir bien es un privilegio que se aleja de las personas, sobre todo para aquellas que habitamos en las zonas industrializadas del planeta.

Foto: Vladimir Fedotov
Foto: Vladimir Fedotov

La dificultad para conciliar un buen sueño se complica a medida que aumenta nuestra edad, y tenemos más responsabilidades. El lugar de residencia, los ruidos y el tipo de alimentación también influyen bastante.

La mitad de la población en edad adulta sufre de insomnio en algún momento de su vida. En la inmensa mayoría de los casos, este se produce por causa directa de otro problema, y deriva en estrés, fatiga, mal humor, falta de concentración, cansancio…

Tipos de insomnios

Hay que distinguir entre los distintos tipos de insomnios existentes para saber con exactitud a cuál de ellos debemos enfrentarnos, pues para cada tipo puede existir una causa y una solución.

Según la causa podemos distinguir entre el intrínseco, que son aquellos que provienen del interior del nuestro propio organismo, como las apneas obstructivas del sueño y las alteraciones obstructivas del sueño, o por el insomnio extrínseco, que es aquel otro que se deriva del tipo de vida que llevamos, como puede ser la ingesta de alcohol o cafeína, el estrés laboral, familiar o social…

Según el origen del insomnio podemos diferenciar a aquel que está relacionado con una enfermedad orgánica (insomnio orgánico), por trastornos mentales (insomnio no orgánico) y aquel que no está relacionado con ninguna enfermedad (insomnio primario).

Por último, cabe mencionar el tipo de insomnio en dependencia de su duración, que según su tipo puede ser transitorio, con duración determinada y puede ser debido a un cambio más o menos bruscos de las condiciones ambientales del sueño, enfermedad, jet lag, cambio de turnos laborales… de corta duración, dados comúnmente por situaciones de estrés o cambios en las condiciones de vida, y el insomnio crónico debido a enfermedades graves, tanto físicas como psiquiátricas.

Para cualquiera de estos tipos existe una solución efectiva y todas las puedes encontrar y aprender en como dormir bien en mevoyadormir.com, una web muy completa y amena con muchos remedios y técnicas para dejar atrás el problema del insomnio para siempre.

Foto: reynermedia
Foto: reynermedia

Consecuencias para la salud de un insomnio prolongado

El insomnio tiene claros efectos en el día a día de las personas que lo sufren. Ninguno de ellos es positivo, puede incluso convertirse en una verdadera tortura, las consecuencias de no dormir más directas y apreciables son las siguientes que enumeramos a continuación.

Una clara disminución de la capacidad de retención y de atención, deterioro progresivo de la respuesta motora y retraso en la recepción y reacción a cualquier estímulo y en la capacidad de tomar decisiones. A largo plazo, se resiente la memoria y se desarrollan graves cambios sensoriales, como pueden ser la reducción del campo visual o la lentitud en el hablar.

Lo peor puede derivarse del empeoramiento de determinadas funciones cerebrales, como la pérdida de flexibilidad y de la originalidad del pensamiento, de la imaginación o de la perspicacia. Sin lugar a dudas, el sentido del humor también se ve menoscabado, siendo la ira y el enfado síntomas comunes a esta enfermedad.

El insomnio puede actuar perjudicando gravemente el rendimiento en los trabajos escolares o laborales, y sobre todo disminuir la calidad de vida, afectando negativamente a nuestra salud. La falta de sueño continuado es un factor clave para el desarrollo de varias enfermedades o patologías cardiacas y pulmonares.

Puede afectar al organismo directamente provocando niveles de azúcar elevados, aumentando el peso, bajando el deseo sexual, deteriorando la piel…

Dormir mal podría ser un factor de riesgo de enfermedades cardiovasculares. Foto: EFE
Dormir mal podría ser un factor de riesgo de enfermedades cardiovasculares. Foto: EFE

Tratamiento del insomnio

Un médico de medicina tradicional te recetará fármacos contra la ansiedad, antidepresivos o analgésicos encaminados a corregir la causa que provoca este mal y dependerán del profesional las medicinas que debes tomar.

En cambio, si optamos por las opciones no farmacológicas podemos empezar con una regulación de los alimentos que solemos ingerir. En este enlace tienes una lista de alimentos para dormir mejor, pero no debemos olvidar que también hay que mejorar los hábitos, como por ejemplo dedicar más tiempo para comer, no hacer las comidas tan abundantes ni pesadas, no excederse con las especias, no consumir excitantes y vigilar los alimentos a los que somos intolerantes y que, por lo tanto, nos sientan mal.

Por otro lado, también podremos establecer horarios constantes a la hora de ir a dormir y para levantarse, evitar remolonear en la cama y permanecer únicamente el tiempo necesario que se necesita para dormir alrededor de 8 horas diarias.

Si es posible, quitaremos la costumbre de la siesta y realizaremos algún ejercicio físico. También dedicaremos las últimas horas del día a relajarnos y a desconectar de los problemas. Antes de ir a la cama, podemos tomar un baño con la temperatura del agua a los mismos grados que nuestro cuerpo y mantener en el dormitorio unas condiciones de temperatura, sonido y luz adecuadas para el descanso.

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