Dormir más puede aliviar el dolor crónico mejor que los analgésicos

El trabajo fue realizado por investigadores del Hospital Pediátrico de Boston y la Escuela Médica de Harvard, quienes utilizaron ratones para medir la relación entre pérdidas de sueño agudas o crónicas y la sensibilidad hacia estímulos dolorosos.

La doctora Chloe Alexandre, especialista en Fisiología del Sueño y parte del equipo de investigación explicó que para el trabajo privaron de sueño a los roedores con entretenimiento, en forma de juguetes y actividades, para imitar lo que suele ocurrir a las personas que reducen sus horas de descanso para ver la televisión por la noche o utilizar el celular.

Luego evaluaron la sensibilidad al dolor de los ratones exponiéndolos a cantidades controladas de calor, frío, presión, y capsaicina (el contenido irritante de los pimientos picantes), y midieron cuánto demoraba el animal en reaccionar.

Alexandre detalló que tras los experimentos encontraron que «cinco días de privación moderada de sueño incrementan de manera significativa la hipersensibilidad al dolor».
A su vez explicó que visualizaron que el uso de analgésicos como el ibuprofeno para mitigar los dolores crónicos no bloquea la sensibilidad al dolor de la misma forma que las horas de sueño regular.

Los investigadores consideran que los pacientes que utilizan analgésicos deberían incrementar las dosis de las drogas para paliar el dolor, debido a que estas no eliminan la hipersensibilidad que produce la falta de sueño, algo que aumenta los riesgos por efectos secundarios que puede traer su uso.

Romper círculo vicioso

También señalaron que tanto la cafeína como el modafinilo, drogas neuroestimulantes que promueven la vigilia, sí lograron inhibir la hipersensibilidad al dolor causada en los ratones privados de sueño, mientras que no tuvieron ningún efecto analgésico en los ratones que no tuvieron horas de descanso reducidas, según observaron.

«Esto representa un nuevo tipo de analgésico que no se había considerado antes, uno que depende del estado biológico del animal», señalaron los científicos, quienes argumentaron que los pacientes con dolor crónico tienden a caer en un «círculo vicioso» que empieza cuando existe dolor: éste perturba el sueño, y a su vez la falta de sueño aumenta el dolor y más dolor implica que el paciente tendrá su sueño cada vez más afectado y consumirá más analgésicos.

Por eso, y en sintesis, los investigadores concluyeron que en vez de tomar analgésicos, los pacientes con dolor crónico podrían beneficiarse con mejores hábitos de sueño, principalmente los referidos al sueño nocturno, junto con agentes que incrementen el nivel de alerta durante el día. Desde su punto de vista esto servirá para romper el círculo vicioso de más dolor, menos sueño, más calmantes.