Masculinidad debilitada, la raíz de los chistes sexistas y homofóbicos

El humor discriminatorio, especialmente los chistes sexistas u homofóbicos, está relacionado con inseguridad en los hombres. Cuando estos se sienten amenazados en su integridad sexual y en su rol predominante de machos, suelen contar o reírse de bromas que sean insultantes hacia personas homosexuales.

Según contó Emma O’Connor, directora del estudio publicado en la revista especializada Springer, asegura que este tipo de humor a menudo consiste en un reforzamiento de la identidad social personal, haciendo uso de la diferenciación de uno mismo frente a un grupo o comunidad menospreciados o discriminados por la sociedad.

Para llegar a esta conclusión, el equipo de investigadores llevó a cabo dos pruebas con 387 hombres expresamente heterosexuales. Estos respondieron a un cuestionario en línea diseñado para probar sus actitudes sociales y personalidades, y para medir sus niveles de prejuicio y antagonismo contra lesbianas y gays.

Se evaluó qué tipo de chistes y humor eran preferidos por los participantes, y si estos servían para que otros se formen una opinión más precisa sobre ellos.

Reafirmar la masculinidad amenazada

«Creen que [estos chistes] reafirman una impresión exacta, más masculina de ellos. Además, parecen pensar que mostrar que se divierten con este humor los distancia de rasgos que desean desmentir como suyos», explica O’Connor.

«Los lugares de trabajo en los que las mujeres ocupan cargos de autoridad podrían provocar intrínsecamente amenazas a la masculinidad de hombres con creencias precarias sobre su propia hombría y, por tanto, resultar en bromas sexistas», dice la especialista, y agregó que es posible que los hombres utilicen el humor sexista en su lugar de trabajo como una manera segura «de reafirmar su amenazada masculinidad» a la sombra de una mujer con mayor jerarquía, sin reparar en que sus diferencias recaen más bien en la capacidad profesional.