LA CIENCIA DEL THC

¿Existe relación entre el suicidio y el consumo de cannabis? esto es lo que dice la evidencia

Distintas voces se alzan a favor y en contra del consumo de marihuana, en momentos en que Uruguay termina de afianzar la legislación que despenalizó el consumo de esta planta, y decenas de farmacias se alistan para venderla. Algunos han afirmado que hay una relación entre el incremento en la tasa de suicidios en Uruguay y el incremento de consumo de cannabis, pero la ciencia dice otra cosa.

A través de un mecanismo de autofagia un componente del cannabis es capaz de matar las células tumorales. Foto: Pixabay
A través de un mecanismo de autofagia, un componente del cannabis es capaz de matar las células tumorales. Foto: Pixabay

Muchos mitos y preconceptos giran en torno a la marihuana. Algunos de ellos son falsos, otros son verdaderos. La información científica es importante para tomar parte y emitir criterio sobre ciertas consecuencias que se le achacan a la polémica planta.

El pasado lunes, la locutora y productora radiofónica Joanna Perco, de la radio Zoe, realizó una serie de afirmaciones sobre la supuesta relación entre el consumo del marihuana y distintos comportamientos entre poblaciones jóvenes. Según esta mujer, «quienes consumen marihuana están menos propensos a graduarse, a obtener un título» y que «hay más altos índices de suicidio en este grupo». LARED21 conversó* con Perco, y nos hizo llegar varias notas de prensa en los que se apoyó para emitir sus comentarios.

Estas afirmaciones no son del todo erradas, pues un estudio publicado por la Casa Blanca en 2008 sostiene que consumir marihuana puede derivar en un aumento de las probabilidades de sufrir depresión, brotes psicóticos e incluso tendencias suicidas, pero esto pasa en personas con manifestación previa de los trastornos, por lo que no puede decirse que lo canabinoides sean los detonadores.

En el libro Marihuana y Salud (J. R. de la Fuente; D. Álvarez I.; R. R. Carranza; L. Ramos, y otros) se citan varios estudio que son contradictorios entre sí. Mientras un estudio (D. M. Fergusso) ahí citado analizó 2.311 jóvenes y encontró que consumir marihuana aumenta en 1.9 veces los pensamientos suicidas, otro estudio retrospectivo concluyó que el número es de 4.48 veces. Otra investigación mostró que la relación de aumento es de 1.8 veces.

Según este libro, «la relación entre el consumo de marihuana y el suicidio no puede confirmarse con certeza, ya que otras investigaciones no han probado dicha asociación. Los datos provenientes de cohorte 50.087 reclutas del ejército suizo indican que el consumo de marihuana (definido como 50 o más veces) no predice el riesgo de muerte por suicidio después de 3 años de seguimiento».

Consultado via redes sociales, el argentino Fabricio Ballarini, neurocientífico del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), afirmó que no existe relación directa entre el suicidio y el consumo de cannabis.

La evidencia es contradictoria

A pesar de que existen una gran cantidad de estudios, y que los científicos han realizado revisiones sistemáticas y metaanalíticas comparativas, estas investigaciones no controlan variables relevantes, por lo que aún no se pueden considerar concluyentes, y ninguno ha sido replicado.

Las pesquisas que intentan averiguar si existe una relación entre las conductas suicidas (ideación, intentos suicidas y suicidios consumados) y el consumo regular de marihuana han arrojado resultados ciertamente contradictorios.

La evidencia actual no permite establecer una relación directa entre ambas cosas, por lo que afirmarlo carece de evidencia científica.

Otro libro titulado Epidemiología de los trastornos mentales en América Latina y el Caribe (Jorge J. Rodríguez; Robert Kohn; Sergio Aguilar-Gaxiola) hace referencia al aumento del suicidio en Uruguay. Se lee en este texto que «el país ha experimentado un aumento de considerable de las tasas de suicidio entre 1990 y 2004, pasando de 15.0 a 22.5 por cada 100.000 habitantes, una de las más altas de Latinoamérica. Se explican las distintas formas en que las personas han decidido quitarse la vida, pero en ninguna parte se establece relación entre la marihuana y la autoeliminación.

En lo que sí coinciden la mayoría de estudios, como el publicado en la revista científica The Lancet, titulado «Secuelas del uso del cannabis en adolescentes: un análisis integrativo», es en que el consumo de cannabis en las etapas de la niñez y adolescencia acarrea problemas psiquiátricos, psicológicos y neurológicos, y que estos tienen consecuencias en el desarrollo de la persona, como individuo y como parte de la sociedad.

La investigación científica de 2007 sobre 3.239 jóvenes de Australia desde el nacimiento hasta la edad de 21 años, encontró una relación directa entre el inicio precoz del uso frecuente de cannabis y los síntomas de la ansiedad y la depresión, independientemente de antecedentes familiares o personales de enfermedades mentales, por lo que este estudio en particular concluye que el consumo de estupefacientes debe retrasarse hasta que el cerebro se haya desarrollado completamente.

La Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos publicó un estudio comparativo en el que se concluye algo todavía más difícil de cotejar: el uso del cannabis se puede llegar a relacionar con suicidios no planeados, pero no con suicidios planeados.

Si se tiene manifestación de esquizofrenia, depresión, ansiedad, trastorno de personalidad límite, bipolaridad, o cualquier otro pedecimiento semejante, lo mejor es consultar a un especialista antes de consumir marihuana o cualquier otra droga. 

*Nota: a Joanna Perco se le envió un cuestionario de preguntas sobre sus afirmaciones, y la hora de redacción de esta nota
no había respondido. 

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