Cinco razones para agregar pomelo a la dieta

El pomelo es una fruta popular perteneciente a la familia de los cítricos, caracterizada por su sabor amargo y ácido, de apariencia es muy similar a la naranja, pero es de mayor tamaño y habitualmente de color amarillo por fuera.

Su consumo es beneficioso para el organismo debido a la importante cantidad de nutrientes que lo componen. El pomelo posee fibra, carbohidratos, vitaminas, minerales, flavonoides, pectina ácido salicílico, licopeno y otros compuestos que favorecen el funcionamiento del organismo por lo que es ideal incluirlo en la dieta.

La mejor forma de consumirlo para adquirir todas sus propiedades es preparando un jugo o simplemente pelándolo y consumiendo la pulpa. Es importante, a pesar de su sabor amargo, no consumirlo con azúcar, ya que ésta disminuye sus beneficios.

¿En qué nos favorece el consumo de pomelo?

Ayuda a adelgazar: el pomelo está compuesto por una importante cantidad de agua mientras que contiene poco sodio. A su vez sus enzimas ayudan a quemar grasas y aumentan el metabolismo de nuestro cuerpo resultando un alimento favorable para incluir en dietas de adelgazamiento, aunque para este fin no basta solo con consumir pomelo sino que se debe acompañar con otros alimentos saludables.

Ayuda a prevenir la artritis: esta fruta contiene ácido salicílico que colabora en la disolución de calcio inorgánico aliviando los dolores que se presentan en las articulaciones y previniendo complicaciones que se dan en estas como la artritis.

Ayuda a prevenir el cáncer: es un cítrico con alto contenido de licopeno y antioxidantes, componentes ideales para ayudar a prevenir la aparición de células cancerígenas y regenerar las células.

Protege al corazón: comer un pomelo a diario ayuda a reducir los niveles de colesterol malo y triglicéridos en la sange, lo que resulta favorable para la buena salud del corazón.

Refuerza el sistema inmune: su alto contenido de vitamina C y antioxidantes refuerza el sistema inmunológico protegiendo al cuerpo de virus y bacterias y complicaciones como la gripe o el resfrío.