COMER BIEN

Cuatro alimentos que deberíamos eliminar de la dieta en el 2017

Sacar de la dieta los refrescos, la manteca, la leche entera y el pan blanco puede ser una gran manera de arrancar el 2017.

Foto: Pixabay.
Foto: Pixabay

El cambio de año significa para muchas personas aplicar cambios a la rutina, trazarse metas, etc.

La dieta es una parte fundamental de nuestra vida ya que necesitamos alimentarnos para tener energía y sobrevivir, sin embargo dependiento qué tipo de dieta podemos favorecer o perjudicar a nuestro organsimo.

A continuación te contamos de cuatro alimentos de consumo diario para muchas personas que deberíamos eliminar de la dieta si queremos sentirnos más saludable.

Además de eliminar ciertos productos hay que tener precauciones con otros muy utilizados como la sal y el azúcar, si bien ambos cumplen un rol fundamental en la saborización de los alimentos un exceso de cualquiera de los dos puede perjudicar considerablemente al funcionamiento de nuestros órganos. Hay que tener presenta que la sal y el azúcar que consumimos no es solo el que le agregamos a las comidas para su preparación o degustación, sino que actualmente la mayoría de los alimentos procesados contienen algunos de estos dos ingredientes sin que lo tengamos en cuenta, por lo tanto terminamos superando el consumo diario recomendado.

Foto: Richard Foo.
Foto: Richard Foo.

¿Qué alimentos o bebidas deberíamos eliminar?

Refrescos o gaseosas: Los refrescos azucarados o gaseosas son considerados unos de los grandes malos del siglo XXI y uno de los principales factores que han desencadenado la epidemia de obesidad a nivel mundial, sobre todo en los más pequeños. Éstos suelen ser bastante adictivos, aportan muchas calorías y nada de nutrientes, además contienen químicos que dañan los huesos y dientes, provocan caries, facilitan la aparición de osteoporosis, aumentan los niveles de glucosa en sangre y paradójicamente provocan sed, es decir más ganas de seguir bebiendo. Por eso lo ideal es directamente eliminar los refrescos de la dieta y sustituirlos por agua natural, jugos de fruta naturales y sin azúcar o té.

Foto: Flickr/mojitopt
Foto: Flickr/mojitopt

Leche entera: la leche entera contrariamente a lo que solemos creer no es un alimento tan saludable y apropiado para el organismo. Se ha demostrado que este tipo de leche contiene grasas saturadas que aumentan los niveles de colesterol malo, altas cantidades de calorías y grasa, por lo que termina restándole puntos a su principal beneficio que es el aporte de calcio. La leche entera se puede sustituir preferiblemente con leches de origen vegetal (almendras, nueces, avena, arroz, quinoa, coco) que aportan importante cantidad de nutrientes al organismo mientras que son bajas en grasas. También se puede optar por consumir leches de origen animal pero de bajo contenido graso.

Foto: Sam Chills
Foto: Sam Chills

Manteca y margarina: estos alimentos deliciosos para muchas personas e indispensables para el desayuno con tostadas o la elaboración de una torta también suelen estar cargadas de grasas trans afectando los niveles de colesterol malo, reduciendo los niveles de colesterol bueno, generando problemas de triglicéridos y problemas de coagulación. A diferencia de la manteca la margarina está hecha de aceite vegetal, por lo cual no contiene colesterol de por sí y grasas de las consideradas «buenas», sin embargo en muchos casos contiene un alto contenido de grasas trans, también conocidas como hidrogenadas, que son las que le dan su consistencia dura a la margarina. Éstas tienden a aumentar el colesterol “malo” y disminuir el colesterol “bueno”, por eso a la hora de consumir margarina lo mejor es comprar la «más líquida» que encontremos y leer bien los ingredientes para asegurarnos de comprar la que menos grasas trans, grasas saturadas y calorías tiene.

Foto: Flickr/sliceofchic
Foto: Flickr/sliceofchic

Pan blanco: el pan blanco al estar hecho a base de harina refinada tampoco resulta un gran amigo para nuestra dieta ya que al haber sido procesada la harina perdió la mayoría de sus nutrientes, al tiempo que aportan una gran cantidad de calorías en pocas porciones. Lo mismo sucede con las galletitas y otros productos comunes que consumimos a diario y están hechos a base de harina refinada y algunos con azúcar agregada. La mejor opción para dejar de comer pan blanco y es optar por productos hechos a base de harina integral, ya que el grano integral o el salvado resultan más nutritivos para el organismo y le brindan una gran dosis de fibra que favorece todo nuestro sistema digestivo.

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