Salud general

El baile como una valiosa opción para practicar actividad física

Se sabe con certeza que el hombre primitivo intentaba congraciarse con las fuerzas de la naturaleza o alcanzar la victoria en sus emprendimientos bélicos a través de movimientos rítmicos del cuerpo. Por lo tanto, el baile está presente desde los orígenes del ser humano. En la actualidad, también cumple un papel destacado al momento de implementar una vida activa y saludable.

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A lo largo de la historia, el baile ha variado en su forma de expresión en función de la región o del grupo social que lo practica. Existe una infinidad de tipos de baile y es precisamente esa variedad la que se traduce en la riqueza de expresión del ser humano. A continuación, consejos médicos de SUAT para que te animes a probar este tipo de ejercicio con el objetivo de mantener un estilo de vida saludable.

Herramienta de salud

Desde el aspecto físico, se lo puede considerar como un entrenamiento aeróbico que representa mejoras a nivel cardiovascular al contribuir en la disminución del riesgo de contraer este tipo de afecciones. Al momento de elegir esta actividad, será de utilidad conocer cómo tomarse el pulso y que el instructor determine los parámetros de intensidad.

Esta práctica también ayuda a la obtención de otros beneficios: estimula el mantenimiento del capital óseo y el fortalecimiento articular, y si se combina el aumento del gasto calórico con un plan de alimentación dirigido a la reducción de peso entonces se logrará el objetivo.

Asimismo, al igual que cualquier actividad física, se conseguirán resultados a nivel psicológico y emocional; esto se debe en parte al importante componente lúdico y al efecto que ejerce la música sobre las personas.

La lista de buenos resultados también implica la disminución del riesgo de sufrir demencia y enfermedad de Alzheimer. Al mismo tiempo, ayuda al bienestar emocional, la sensación de autoestima, la integración entre las personas y disminuye los síntomas de depresión.

Paso a paso

La sesión de baile tiene las mismas fases que una de ejercicio convencional: comienza a través de la denominada “entrada en calor” y finaliza con el enfriamiento o “vuelta a la calma”.

La primera fase consiste en la preparación del cuerpo para la actividad, lo cual dura entre cinco y ocho minutos; en esta etapa se aconseja efectuar ejercicios de flexibilidad, movimientos rotatorios de las articulaciones y actividades de baja intensidad.

La fase siguiente implica el empleo de grupos musculares más grandes al combinar movimientos de coordinación de los miembros superiores e inferiores, equilibrio, y cambios de dirección.

Luego se da paso a la llamada etapa aeróbica que es la encargada de estimular al sistema cardiorrespiratorio al contraer rítmicamente los músculos grandes del cuerpo durante un largo período de tiempo; esta fase se puede extender de 15 a 35 minutos, y es el momento en el que se destina mayor intensidad mediante la aplicación de diferentes rutinas.

El último paso es la “vuelta a la calma” y se compone por movimientos de estiramiento con intensidad y duración diferentes en función del nivel de entrenamiento y la edad.

La elección del tipo de baile -ya sea caribeño, tango, salsa o hip-hop, entre otros- dependerá de los gustos, la edad y el estado de salud de cada persona. Un dato clave es que se trata de una excelente opción para las personas a las cuales les demanda un esfuerzo la realización de actividad física convencional.

Dra. María Dutra
Médica de SUAT

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