SALUD INFANTIL

Colegio canadiense instala pupitres-bicicleta para niños con déficit de atención

El colegio Des Cédres en Quebec, Canadá, ha encontrado una forma ingeniosa de ayudar a sus alumnos con hiperactividad a bajar esos enviones de energía comunes de su condición. Se trata de unos pupitres con pedales, en los que los estudiantes pedalean hasta cansarse y alcanzar un balance energético sin necesidad de intervenirlos con medicamentos.

Foto: Le Journal de Quebec.
Foto: Le Journal de Quebec.

Los niños con necesidades especiales suelen encontrar problemas a la hora de integrarse en las aulas de clase convencionales. En el caso de aquellos que tienen hiperactividad, siempre están en movimiento, por lo que la realización de una clase común se vuelve una tarea compleja para los profesores.

«Se me ocurrió que con este invento podrían hacer como si estuvieran en una bicicleta y, al mismo tiempo, atender a la clase sin interrumpir a los demás alumnos», dijo a Le Journal de Montreal Mario Leroux, profesor de primaria de la institución quien tuvo la idea.

La idea está dando buenos resultados, aunque el costo económico para el colegio es bastante alto. Cada pupitre cuesta unos US$1.200, así que el mismo Leroux se movió para conseguir donaciones y subvenciones. El proyecto está originalmente destinado a niños de entre 5 y 8 años.

15 minutos son suficientes

Los docentes del Des Cédres, ubicado en la ciudad de Laval, aseguran que una vez que los alumnos suben al pupitre y empiezan a pedalear, al cabo de quince minutos se encuentran más relajados y logran entrar mejor en la dinámica de la clase. Ponen más atención y no estropean el aprendizaje de los demás estudiantes.

Desde el enfoque médico, la idea también está siendo bien recibida. La doctora Annick Vincent aseguró que, en los niños con déficit de atención, las habilidades cognitivas mejoran bastante cuando realizan actividades motoras como pedalear.

En la actualidad, los niños con esta condición son recetados con fuertes medicamentos que controlan los síntomas pero no existe una cura. La idea de estos pupitre-bicicletas podrían aplicarse como una terapia alternativa saludable.

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