Los beneficios del vínculo entre niños y mascotas

Los perros y los gatos suelen ser muy importantes en la vida de quienes conviven con alguno de ellos. Su presencia en la casa está relacionada con beneficios para salud, principalmente mental, de las personas. Diversos estudios confirman que las mascotas mejoran la calidad de vida, aumentan la longevidad, mantienen el equilibrio físico y mental, facilitan la recreación, reducen el estrés y disminuyen el índice de depresión en general.

Los perros siempre fueron considerados «los mejores amigos del hombre» pero una campaña de la Fundación Affinity denominada Contigo 7 vidas asegura que los gatos también son grandes amigos de los humanos.

El trabajo de dicha fundación señala que está comprobado que los gatos mantienen lazos afectivos muy estrechos con sus dueños y que un 87% de las personas que son dueños de gatos sienten demasiado amor por esos animales, y ven en éstos una gran fuente de afecto y compañía.

Además más de la mitad de los dueños encuestados consideran que estos felinos están a su lado cuando lo necesitan y un 60% comparte confidencias con su mascota.

Beneficios de la relación entre las mascotas y los niños

Los beneficios de tener una mascota son aplicables para todos los seres humanos, sin embargo en los niños los animales juegan un rol importante en lo que tiene que ver con el desarrollo educativo y social, debido a que según los expertos los obliga a asumir responsabilidades desde temprana edad y les ayuda a aumentar su autoestima.

A través de dos estudios sobre el vínculo animal con los niños de la Fundación Affinity los expertos concluyeron que el tener una mascota conlleva a los niños a asumir responsabilidades como encargarse de alimentarlos, darles agua, bañarlos, y cuando son más mayores van asumiendo otras responsabilidades como sacarlos a pasear, etc.

Uno de los estudios de la Fundación Affinity revela que el primer concepto que asocia la mayoría de los niños, en cuanto a la relación con su mascota, es el de «cuidar», mientras que también destacan los de «jugar» y «alimentar».

A su vez está demostrado que las personas que en la niñez han tenido contacto con una mascota encuentran menos dificultades para mantener una relación interpersonal positiva que otras personas. El compartir la vida con una mascota desde la infancia contribuye a fomentar la alegría y a eliminar la tristeza y las sensaciones de amenaza. El trabajo reveló también que para uno de cada dos niños el animal es percibido como la principal fuente de apoyo emocional después de los padres.

Los lazos afectivos que generan con los perros y los gatos los ayudan a superar la sensación de miedo o tristeza, y es por eso que el niño recurre habitualmente a su mascota para abrazarle y encontrar alivio ante esas situaciones.

Mientras que un estudio de 2013 de la misma Fundación encontró que el 50% de los niños asocia al perro o gato con un «compañero de actividades y juegos» e incluso ocho de cada diez niños de entre 9 y 12 años manifestaron que prefieren jugar con su mascota antes que con videojuegos.

En 2015 un estudio de la Universidad de Oklahoma que analizó a 643 niños para determinar cómo la presencia de una mascota afectaba sus vidas encontró que quienes no tenían una mascota eran más propensos a presentar cuadros de ansiedad.

Los beneficios para los niños también serían físicos ya que un estudio publicado por la revista JAMA concluyó que el contacto con animales durante el primer año de vida puede reducir el riesgo posterior a presentar alergias durante la infancia.