La combinación de compuestos de las uvas y las naranjas podría ser clave contra la obesidad, la diabetes y la enfermedad cardiovascular

Un grupo de científicos dirigido por Paul Thornalley, profesor de Biología de Sistemas en la Facultad de Medicina de Warwick en Reino Unido estudió dos compuestos presentes en las uvas rojas y las naranjas para elaborar un fármaco conjunto.

Los compuestos, resveratrol (tRES), presente en las uvas rojas, y la hesperetina (HESP), presente en las naranjas no suelen encontrarse juntos, y administrados juntos en dosis farmacéuticas, los compuestos actúan en tándem para disminuir el nivel de glucosa en sangre, aumentar la acción de la insulina y mejorar la salud de las arterias.

Los investigadores señalan que los compuestos se encuentran de forma natural en algunas frutas, pero que las cantidades y combinaciones necesarias para mejorar la salud no pueden obtenerse al aumentar el consumo de frutas.

Dichos compuestos aumentan el Glo1 y son llamados inductores de Glo1, las dosis farmacéuticas para los pacientes con obesidad, diabetes y riesgo alto de enfermedades del corazón podrían proporcionarse en forma de píldora.
“La obesidad, la diabetes tipo 2 y la enfermedad cardiovascular alcanzan niveles epidémicos en los países occidentalizados. La deficiencia de Glo1 ha sido identificada como un impulsor de los problemas de salud con la obesidad, la diabetes y la enfermedad cardiovascular”, explicó el profesor Thornalley.

El estudio

Participaron de la investigación 32 personas con sobrepeso y obesidad de entre 18 y 80 años con un índice de masa corporal entre 25 y 40 a los que se les administró el suplemento en forma de píldora una vez al día durante 8 semanas. Luego se les pidió que continuaran con su dieta habitual y se les monitoreó la ingesta de alimentos mediante un cuestionario nutricional, a su vez se les pidió que no alteraran su actividad física diaria.

Como resultado encontraron que las personas que mucho sobrepeso que tenían un IMC superior a 27,5 mostraban con el tratamiento un aumento de la actividad de Glo1, una disminución de los niveles de glucosa y una mejora del efecto de la insulina y de las funciones arteriales, así como una disminución de la inflamación de los vasos sanguíneos.
Thornalley señaló que el nuevo compuesto que han desarrollado es seguro y promete ser un tratamiento efectivo para añadir a las actuales terapias, y que esperan que su trabajo conduzca a nuevos tratamientos que ayuden a pacientes con diabetes y enfermedades cardiovasculares en todo el mundo.

Ahora él y su equipo esperan que los productores se interesen en estudiar el uso del compuesto como producto farmacéutico.

De todas formas advirtió que «así como nuestro descubrimiento es emocionante, es igualmente importante resaltar que la actividad física, la dieta y otros factores de comportamiento y tratamientos actuales deben ser acatados».