PSICOLOGÍA

“Síndrome del impostor” gana espacio en el mundo del trabajo y afecta cada vez a más gente

Algunos estudios aseguran que siete cada diez personas, alguna vez han sufrido el trastorno del “síndrome del impostor”, que no obstante puede consolidarse y generar una patología que afecte el desarrollo en el mundo laboral particularmente.

"Tienen la sensación de no estar nunca a la altura; de no ser lo suficientemente buenos, competentes o capaces; de ser impostores, un fraude”
«Tienen la sensación de no estar nunca a la altura; de no ser lo suficientemente buenos, competentes o capaces; de ser impostores, un fraude”

El “síndrome del impostor” es sentido por quienes suelen tener una carrera laboral de éxito, con aceptaciones académicas, pero la persona considera que ello obedece solo y simplemente a golpes de suerte y que todo podría desaparecer en un momento.

“Millones de mujeres y hombres en todo mundo, desde exitosos directivos de empresas, hasta brillantes estudiantes o actrices, como Kate Winslet, están secretamente preocupados por no ser tan birllantes y capaces como todos creen”, afirma la doctora Valerie Young, que se ha especializado en el tema, según declaraciones que publica la BBC.

«Tienen la sensación de no estar nunca a la altura; de no ser lo suficientemente buenos, competentes o capaces; de ser impostores, un fraude”, explica.

Existen dos niveles generales de la afección: uno temporal, que precisamente tiende a solucionarse con el afianzamiento de la persona, su mayor experiencia y solvencia, pero por otro lado hay un nivel más grave, que solamente empeora con el paso del tiempo.

Los factores determinantes de la cuestión

El síndrome afecta no solamente la carrera laboral de la persona (en tanto no piden ascensos ni aumentos ya que temen no estar a la altura), sino que también puede reflejarse en su salud corporal. Los niveles de estrés aumentan considerablemente, postergan tareas, o se aplican a trabajar demasiado duro para justificar que su éxito es por ésta ultima razón y no por los talentos personales.

Los especialistas entienden que factores en la infancia (como la presión paterna para tener buenas calificaciones, hermanos más inteligentes o padres muy exitosos), pueden condicionar en el desarrollo del problema.
El síndrome del impostor, aparecen con igual frecuencia en hombres y en mujeres, pero la realidad en un mundo laboral que paga mucho mejor a los varones que a las mujeres, puede ser un estímulo negativo que acelere la aparición de síntomas del síndrome.

Asimismo la percepción que cada uno de nosotros tiene sobre éxito, fracaso y competencia, cambiante en la sociedad actual es parte importante en el incremento que está teniendo en síndrome en un momento donde se nos pide ser cada vez más exigentes con nosotros mismos desde el mundo laboral, lo que suele venir acompañado por una lista de obligaciones que nos imponemos casi imposibles de concretar.

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