¿Por qué es bueno consumir la semilla de la palta?

El consumo de palta está relacionado con la con la buena salud, principalmente cardiovascular por sus propiedades nutricionales de alta calidad y sus grasas saludables.

Sin embargo por lo general no se consumen sus semillas, desconociendo que éstas también son fuente de importantes nutrientes que favorecen al organismo en distintos aspectos.

Las semillas de la palta se pueden consumir secándolas, rallándolas, tostándolas o rostizándolas. Y también se pueden incluir en distintas preparaciones como ensaladas, jugos, batidos, infusiones o sopas. Por su sabor un tanto amargo se recomienda no incorporarlas en grandes cantidades, y quitarles la capa fina de piel marrón que es la que origina ese sabor.

¿En qué nos favorece el consumo de estas semillas?

Reducir el colesterol: contienen cerca del 70% de los aminoácidos esenciales de la palta, que ayudan a controlar los niveles de colesterol malo y los y triglicéridos en la sangre reduciendo el riesgo de padecer enfermedades del corazón.

Proteger el sistema digestivo: poseen altas cantidades de fibra que favorece el funcionamiento del sistema digestivo y colabora en la absorción de otros nutrientes mientras que estimula el tránsito intestinal. Es recomendable tanto para casos de diarrea como de estreñimiento. Además su consumo ayuda a controlar el proceso inflamatorio del cuerpo, reduciendo la inflamación del tracto gastrointestinal.

Fortalecer el sistema inmunológico: están compuestas de fenólicos que fortalecen el sistema inmunológico combatiendo infecciones virales y bacterias que busquen dañar al organismo, por lo que es recomendado consumirlas ante los primeros síntomas de resfrío o gripe.

Poder antioxidante: se cree que el 50% de los antioxidantes de la palta están en su semilla, y éstos cumplen el rol fundamental de luchar contra los radicales libres que dañan las células ayudando a prevenir el envejecimiento prematuro y a evitar la aparición de enfermedades degenerativas.