Las consecuencias de aguantar la orina muchas horas

 

Ir al baño es una necesidad diaria del organismo que deberíamos complacer de inmediato. Muchas personas pasan largas horas aguantando las ganas de orinar, ya sea por falta de tiempo en los trabajos o para evitar baños públicos o de lugares donde no se sienten cómodas y esperan a llegar a casa para hacerlo.

Si aguantar la orina durante mucho rato es una costumbre y un hábito para la persona, esa actitud puede traer consecuencias negativas para su salud.

¿En qué puede perjudicar aguantar la orina?

Provocar infecciones: pasar muchas horas sin orinar cuando se tienen ganas puede producir infecciones urinarias, afectando el tracto urinario debido a los gérmenes y bacterias de la orina que reposan en la vejiga, ya que ésta incluye todas las sustancias que el cuerpo no necesita y que los riñones han filtrado.

Ensanchamiento de vejiga: la vejiga tiene una cierta capacidad de almacenamiento, que varía de persona a persona pero que va de entre 150 y 220 ml de líquido. Cuando ésta «se llena» avisa al cerebro de que es momento de ir a liberarla. Cuando no se le hace caso a la señal del cerebro de que la vejiga debe vaciarse y se continua ingiriendo tanto bebida como comidas, el líquido en la vejiga sigue aumentando comenzando a ensanchar las paredes de esta pudiendo provocar daños al organismo.

Cistitis: cuando se aguanta la orina por muchas horas las paredes de la vejiga e inflaman provocando la afección conocida como cistitis, que suele provocar dolor al orinar, cantidades de orina mínima pero altas sensaciones y ganas de orinar constantes. También puede provocar dolor pélvico.

Cálculos en los riñones: mantener la vejiga llena también puede causar la aparición de pequeños cristalitos en los riñones que son originados por lo general por el exceso de calcio, el fosfato y el magnesio, siendo residuos que se instalan fácilmente y que pueden alcanzar un gran tamaño que provocará mucho dolor al momento de intentar eliminarlos. Una forma de evitar la formación de estos es bebiendo mucha agua y yendo al baño cada vez que el cuerpo lo pida.

Dolor pélvico: aguantar la orina puede provocar dolor al orinar, y además la acumulación de líquidos y toxinas en la vejiga puede generar dolor pélvico intenso y calambres, que muchas veces continúan incluso luego de ir al baño.