La ONU llama a erradicar la fístula obstétrica

 

El 23 de mayo fue el Día Internacional para la Erradicación de la Fístula Obstétrica y en ese marco el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, llamó a los Gobiernos de todo el mundo a comprometerse a terminar con la fístula obstétrica y la marginación en la que este problema deja a muchas mujeres en las zonas más pobres del mundo.

La fístula obstétrica es una de las lesiones más graves que pueden ocurrir durante el parto. Se trata de un orificio que se produce entre la vagina y la vejiga o el recto en partos complicados y sin tratamiento adecuado, en los que la madre tiene dificultades para dar a luz porque tiene una pelvis estrecha o porque el bebé está mal colocado. Las mujeres con esta lesión suelen sufrir incontinencia y complicaciones que las llevan muchas veces a ser marginadas. La mayoría de ellas viven con este problema durante años e incluso décadas porque no pueden pagar la operación.

«Se estima que dos millones de mujeres en África Subsahariana, Asia, la región árabe, América Latina y el Caribe viven con esta lesión, y que cada año se producen entre 50.000 y 100.000 casos más. A pesar de estos datos, la fístula se puede prevenir prácticamente en su totalidad. Su persistencia es un indicio de que los sistemas de salud no satisfacen las necesidades esenciales de la mujer» expresa Naciones Unidas en su página web.

Ban Ki-moon expresó que «es un hecho terrible que en nuestro mundo caracterizado por avances médicos novedos, casi 800 mujeres sigan muriendo todos los días por complicaciones relacionadas con el embarazo y que por cada mujer que muere, casi 20 más queden lesionadas o discapacitadas con problemas devastadores a largo plazo, como la fístula obstétrica».

El secretario de la ONU pidió aprovechar la conmemoración de del Día Internacional para su erradicación para alertar sobre lo que esa práctica implica para «movilizar la acción para ponerle fin», destacando que «Es posible registrar progresos» haciendo referencia a que en los últimos años, cerca de 47.000 mujeres y niñas han recibido tratamiento quirúrgico con el apoyo del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA).

Además resaltó que la atención de este problema «es más que una cuestión de salud; es un imperativo de derechos humanos» agregando que «es una de las consecuencias más devastadoras de la falta de atención en el parto y un ejemplo claro de lo peor que trae consigo la desigualdad social, económica y de género». Desigualdad porque es una práctica que casi ya no existe en los países más desarrollados e industrializados pero que sigue afectando a las mujeres y adolescentes más pobres de muchos países en desarrollo. El diplomático surcoreano sentenció que «Si no se atiende la lesión, puede contribuir al aislamiento social, a la depresión y a provocar problemas de salud crónicos e incluso la pérdida fetal».

Por último dijo «Podemos y debemos poner fin a este sufrimiento innecesario» explicando que es algo que «Puede prevenirse totalmente, si todas las mujeres y niñas tienen acceso a servicios de salud sexual y reproductiva integrales y de calidad, sobre todo servicios de planificación familiar, atención de la salud materna y atención obstétrica de emergencia».