La expansión de la miopía obedecería al tiempo de exposición a la luz solar durante el crecimiento

“En los niños que están en penumbra disminuye la producción de dopamina, un neurotransmisor que producen, entre otras, las células de la retina. Eso ocasiona una debilidad escleral, del esqueleto del ojo, provocando que este órgano crezca más de lo normal y se vuelva miope”, explica el oftalmólogo José Manuel Benítez del Castillo Sánchez, secretario general de la Sociedad Española de Oftalmología.“Los niños que pasan menos tiempo al aire libre tienen mayor riesgo de padecer miopía”, concluyó.

La miopía se produce cuando el globo ocular es más largo de lo normal, en cuyo caso, la imagen no se forma en la retina, se forma antes. Así, lo que llega a la retina es una imagen borrosa de lo que se observa.

Un problema en expansión en el mundo infantil

La revista Naature publica que si hace 60 años en China el porcentaje de personas con miopía era del orden del 20%, actualmente en la población de jóvenes y adultos, los niveles están en el orden del 90%. Peor aún es el escenario en Corea del Sur, donde los niveles entre jóvenes alcanzan al 96% de los estudiantes. A nivel mundial se estima que las cifras han aumentado de un 25% de miopes, en los años 70´, a más del 41% en el eje del cambio del siglo. Las proyecciones científicas más reconocidas estiman que para el final del siglo un tercio de la población mundial, será corta de vista.

Universidades australianas realizaron una pesquisa en el subcontinente, al cabo de la cual recomendaron  que los niños pasen al menos tres horas al día bajo una luminancia de 10 mil lux, lo que puede traducirse como permanecer en la calle, a la sombra, en un día claro. Como referencia, un salón de clase bien iluminado no tiene más de 500 lux.