Así lo afirma un estudio realizado por investigadores de la Institutos Nacionales de Salud (NIH) de Estados Unidos, en la última publicación de la revista American Journal of Preventive Medicine. Según el informe además del riesgo de patologías cardiovasculares, los que alteran los horarios del sueño, tienen mayores consecuencias de desgaste físico en el mediano y largo plazo, con una incidencia potenciada para diversas afecciones crónicas.

El trabajo, obtuvo sus conclusiones a partir de más de 20 años de seguimiento en 75.000 trabajadores que tenían horarios alternados: los que habían cambiado constantemente los patrones de sueño durante cinco años tenían 22% mayor de riesgo y quienes lo hicieron por 15 años, hasta 40% más.

El ritmo circadiano una clave que es todavía un misterio

Los cambios constantes de horario para dormir, hacen que se altere el ritmo circadiano, el reloj interno que todos tenemos y que nos determina el ritmo sueño-vigilia, durante nuestras vidas. Aunque se desconocen las causas, el cambio de los momentos en que nos obligamos a dormir, cambia el ritmo circadiano y desajusta distintos fenómenos metabólicos físicos y mentales.

El ritmo circadiano es todavía un misterio de estudio incipiente para la ciencia, aunque se sabe que no respetarlos –es decir no dormir cuando el cuerpo lo pide, u obligarse a hacerlo cuando no se necesita- inciden directamente en la aparición de síntomas básicos como la falta de energía y el malestar generalizado.