En Europa, siempre un paso atrás de los norteamericanos en este tipo de fenómenos, se cree que algo similar ocurre, pero la crisis económica ha limitado de momento la expansión vertiginosa del tema.

La sobreexposición en las redes sociales “aumenta los complejos de muchas adolescentes y por lo tanto el deseo de realizar el deseado cambio de apariencia”, explicó el cirujano estético español, Moisés Martín Anaya, que dirige una clínica especializada en Madrid, según declaró al diario La Vanguardia.

Sin embargo el técnico reconoció su reparo “ético, personal y profesional”, a que “personas sobre todo jóvenes, se operen por estar más expuestos a la opinión de desconocidos en las redes sociales”.

Realidad y fantasía del mundo de las “selfies”

El cirujano estadounidense experto en rinoplastias, Sam Rizk, reconoció por su parte la tendencia existente en el país a actuar en función de las fantasías que la gente tiene en torno a una selfie y explicó situaciones que ha debido enfrentar.

“Llegan a la consulta con el iPhone en mano y me dicen: tengo una nariz demasiado grande, mis ojos están caídos, tengo la boca torcida, los dientes en mal estado, mi cara está mal”, todo ello sobre la base de lo que ven en la pequeña pantalla. “Se olvidan que las selfies están tomadas a una distancia tan corta que la luz distorsiona totalmente la cara”, sentenció en declaraciones que publica rt.com

La Academia de Cirugía Plástica y Reconstructiva, relevó a sus 2.700 clínicas asociadas en todo EE.UU. verificando el aumento de las operaciones como nunca antes, pero además estableciendo que la mayoría de las cirugías tenían relación directa de la impresión que las personas tenían sobre si mismas, y no de patologías u otros desórdenes diagnosticados clínicamente.