SALUD

Demuestran que trabajo nocturno o en horario desfasado acelera el envejecimiento

Investigadores del Centro Nacional para la Investigación Científica de Francia (CNRS), realizaron un amplio estudio sobre horarios y trabajo, concluyendo que quienes trabajan de noche y quienes tienen horarios cambiantes durante diez años o más, presentan un declive cognitivo –un referente del envejecimiento- de alto impacto.

Foto: larskflem

Los investigadores siguieron el estado de salud general de unos 3.000 trabajadores franceses de entre 32 y 62 años de edad, que trabajaban en sectores de producción. De ellos la mitad había tenido que trabajar durante la noche, o a deshoras, o en turnos camnbiantes al menos dos meses durante el mismo año. Durante el período de investigación se realizaron tests neuropsicológicos que midieron las capacidades cognitivas de funciones como la atención la memoria y la velocidad de reacción.

Quienes trabajan de noche y a destiempo envejecen más rápido

“La caída de las funciones en los resultados equivale a un envejecimiento cognitivo de 6,5 años, lo que no es nada despreciable”, dijo el doctor Jean Claude Marquíe, que encabezó el equipo investigador en la ciudad de Toulouse. “Sabíamos de antemano que había efectos a corto plazo, pero no se sabía que éstos se mantenían durante largo tiempo”, añadió el especialista en declaraciones que publica la cadena Telesur.

El estudio demostró además que el impacto negativo persiste al menos cinco años luego de finalizados los horarios cambiantes o nocturnos, pero que serán necesarios nuevos estudios, ya que el problema varía radicalmente según los individuos, además de ser necesarios nuevos estudios testigo.

En principio se aconseja una mejor organización laboral en lo posible para evitar perder los horarios “más favorables para el sueño”, además de evitar que el madrugar alcance la noche cerrada; para los técnicos es mejor empezar a trabajar a las 6 de la mañana que hacerlo a las 4. En paralelo se considera de importancia la “atención médico personalizada”, que determine distintos parámetros periódicos.

El trabajo nocturno ya había sido cuestionado en 2007, por la agencia de la Organización Mundial de la Salud para el cáncer, como un “probable” cancerígeno, en tanto altera los ritmos biológicos. Otro análisis de científicos suecos apunto que los jóvenes que trabajan por la noche tenían más posibilidades de sufrir esclerosis múltiple, y en las mujeres se daba mayor porcentaje de patología oncológica del seno, en similares condiciones.

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